"Me pronosticaban el final y yo lo superaba"... así comienza esta biografía sobre un político relacionado con la iglesia y con la mafia, como conectaba con todo tipo de personajes y como se las ingeniaba para conseguir electores, y es que "los curas votan, Dios no", "todos se rodean de malas compañías, hasta Jesús tenía a Judas a su alrededor" y "los árboles para crecer necesitan estiércol", una historia que trata la personalidad y los pecados de una manera realista, sin tapujos, a modo de documental, aunque huyendo de los tópicos y sobre todo con una serie de frases hechas que lo van detallando como una persona fría, impenetrable y sin piedad.
Principalmente se centra en los errores que se cometen cuando se abusa del poder, "hay que perpetuar el mal para mantener el bien" y en hacer una seria "maqueta" de la política del país de la época, parece que de una manera u otra nadie se salva, todos tienen su momento para ser mencinados; otra cosa es que ese nudo complejo que propone, aunque reintente explicarlo, me parezca inalcanzable y no consiga comprender todo lo que encierra, habrá que verla por lo menos otra vez para conocer el papel de cada político en la trama, puede que fuera más acertado hacer un largometraje de mayor duración o dividirlo en varias partes, en dos horas no se puede retratar la política de un país como Italia.
El tono surrealista que se emplea por momentos no me parece acertado, de todos modos se ha arriesgado para crear un cinta original, la dirección es de aplaudir, en todo momento cuadra lo que tiene entre manos y tiene muchos momentos o detalles que sorprenden para un director que no conocía.