Imaginar la guerra para rodear a sus personajes de miedo y dotarlos de ambiciones, ser un guerrero, hacer mucho dinero, el riesgo y el beneficio, sus obsesiones o vivir en armonía, estas fábulas son escritas por sabios que someten a sus personajes a moralejas penetrantes a poco que se crea en el cine que expresan, puede ser más duro, puede tener más nervio, pero el espectador puede vivir sus odiseas de sueños y premoniciones, aguantar, ser fieles, separarse y ser arrasados, todo son dilemas y el humano contesta con sus actos.

El esfuerzo y la recompensa, las cosas y las personas cambian de valor según la situación, pasan a tener talento refinado, también a destruir sus propias vidas, todo se desvanece de manera tan fácil como un despertar y un palacio en ruinas, pero, ha podido negar el paraíso o la gloria?... la vida los arrastra hasta desgarrarlos para siempre, el truco es ir modulando para pasar de lo apetitoso al vacío.

El espectador se puede identificar con la historia de artistas y héroes para caer en que se han equivocado de valores, prosperan para quedar marcados, la felicidad en un mundo miserable y los estragos de la guerra, maldiciones y errores, la culpa y la pena, el hechizo desaparece, se cae a lo terrenal, donde el triunfo es la paciencia y la lealtad, sin lujos, sin medios, sin fama, pero con riqueza de espíritu, el sake más dulce es el del propio hogar, la comprensión y el perdón, se huye de la fatalidad para escribir una poesia donde triunfa la humildad del amor.