El cine americano siempre ha sabido sacarle petróleo al viejo oeste, tan salvaje y debastador, y en estos pozos hay todo un retrato de la dureza de la profesión, unos comienzos que aterran a día de hoy por el poder absoluto del oro negro, perforaciones y negociaciones a escala de las actuales multinacionales.

El monólogo de este inolvidable protagonista llega a un nuevo pueblo para enseñarles el camino en una narración espectacular, una película con fondo y peso al asociarla inteligente y extrañamente a la religión, que termina por mostrar la mancha humana mediante tramos intrigantes, dramáticos y terroríficos, mantener una historia lenta con estos componentes no abunda a día de hoy, además, nunca había visto una película en la que el protagonista fuera tan solitario y hundido por la soledad y que al tiempo tuviera un potente drama familiar, que a la vez no lo era... "Pozos de ambición" es una película seca, de eso no hay dudas, perfectamente grabada, de eso tampoco, y con total libertad para desarrollarla y sobre todo concluirla como quisiera, todavía estoy pensando porqué demonios la castigan, esa sangre derramada representa a pequeña escala lo que significa el negocio del petróleo, una especie de vaticinio sobre la sangre que iba a correr, y vaya si corre.