Bueno, bueno, vaya caña que le habéis dado aquí a esta película del bueno de Cavestany, pobre. La verdad es que gracias a ello me he llevado una agradable sorpresa porque me esperaba ver una auténtica porquería y lo siento, pero la peli me ha hecho pasar un rato ameno y me ha parecido hasta interesante. Está claro que no es ninguna obra maestra, pero tampoco se merece las duras críticas recibidas ni tampoco creo que sea la peor película española hasta la fecha. Cuenta la película con un elenco de actores que están francamente bien, demostrando a la perfección lo patéticos que podemos llegar a ser a veces, el no reconocer ni ante tus amigos más cercanos que hemos metido la pata, que las cosas no nos salieron como habíamos planeado. Alberto San Juan está fantástico. Cierto es que este actor está encasillándose cada día más en papeles de vividor caradura, pero hay que reconocerle que lo hace de escándalo. Mi adorada Maribel Verdú, una de mis actrices españolas favoritas y una de mis debilidades desde hace tiempo vuelve a estar genial. Cada día me sorprende más su naturalidad a la hora de actuar, la facilidad con la que suelta sus frases. Aquí se pone una preciosa peluca que le sirve para cambiar su look y nos deja una divertida y a la vez tierna imágen de la chica ambiciosa que no quiso quedarse en su pueblo riando gallinas. Fernando Tejero se aleja de sus habituales papeles de chico gracioso y nos deja una correcta actuación con uno de los personajes más antipaticos de la película. El televisivo Antonio Molero se despega, por fín, de sus series (es conocido por su participación en "Medico de familia" y "Los Serrano") y demuestra que hay vida después de ellas. Javier Gutiérrez va poco a poco haciéndose un hueco en nuestro cine y no lo hace mal. Pero de todos ellos me quedo con la maravillosa Pilar Castro a la que me encantaría poder ver más porque creo que es una más que buena actriz, me gusta. En definitiva, no es una comedia de carcajadas ni es un drama en toda regla, pero merece la pena su visionado.