Tras los primeros minutos de acción y con la aparición de Jessica, advertimos un tono pausado como si quisieran ofrecernos un guion profundo, utilizando momentos románticos y frases pomposas de gran calado: “Quien ha sufrido mucho sabe calmar mejor el dolor”, o “Llevo preparando asesinatos toda la vida, puedo salvar la tuya”. Pero claro, de guion profundo nada, como podemos suponer.

Por otra parte, Jessica no es mujer que ofrezca así, de entrada, un enamoramiento a primera vista, aunque sea vistosa, que lo es, pero no es mujer para que el espectador crea en ella y mucho menos que Statham, Bishop en la película, un asesino de élite, caiga en sus pechos a la primera de cambio totalmente prendido. Tiene un aire de niña pija que no logra despegarse de él, pero además, se la presiente un trato real, que trasciende a la pantalla, bastante antipático e infantil.

Así, con este planteamiento es como continuará la acción, en un cambio de tercio rápido, como una película de estas características debe hacer. Las confrontaciones demoledoras y continuas, basadas en la técnica: Fuego, Movimiento y Choque, resume la maniobrabilidad tan expeditiva de Bishop, el asesino. Podemos dar por hecho también, para aceptar sus conocimientos y sus extraordinarias habilidades que tiene cursos avanzados de Química práctica, Resistencia de los metales y algún otro de buceo. Es cuestión de sumar imaginación a la imaginación.

Entenderemos también su capacidad intelectual para sincronizar planes y preparar mochilas, maletas y portátiles en sitios estratégicos para luego disponer de ellos. Entonces, algún momento original como el de la piscina, se nos antojará exitoso; porque, recordemos que nos dejan claro que las víctimas son seres despreciables para no dudar de la moral de Bishop en sus trabajos. Asesino, pero honrado, oiga usted. Y eso es lo que hay.

La aparición de Tommy es buena, sin problemas. En definitiva, esta nueva entrega del Mechanic no expone nada nuevo, no arriesga, pero claro, así no hay tropiezos; es la técnica de nadar y guardar la ropa. Para nadar y guardar la ropa Statham tiene su mochila, sus playas y tiene a Jessica, pero nos queda la sensación de que los autores podían haber trabajado más. No todo es consumir por consumir. Pero claro, eso no se lo digas a Statham. Te dirá:

-Ya me conoces; como comprenderás…