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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Frano:
9
Drama. Comedia El oscarizado guionista y director Paolo Sorrentino presenta la historia de un chico, Fabietto Schisa (Filippo Scotti), en el turbulento Nápoles de los años ochenta. En "Fue la mano de Dios", hay lugar para alegres sorpresas, como la llegada del legendario futbolista Diego Maradona, y para una tragedia igual de imprevista. El destino interpreta su papel, la alegría y la desdicha se entrelazan y el futuro de Fabietto echa a rodar. ... [+]
18 de enero de 2022
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Fue la mano de Dios es una película con vida propia, no hace oídos a prejuicios y aunque se presenten acontecimientos sorprendentes y desgarradores, se mantiene a paso firme, de pie, siguiendo su camino. Muchos se sintieron decepcionados porque la cinta no trataba sobre Diego Armando Maradona, hay que ser tonto para relacionar todo lo fuera "Dios" este vinculado con uno de los mejores jugadores de futbol de la historia, en esta historia tiene un poco que ver, pero no es el núcleo. Obviamente el titulo proviene del hecho sucedido en el partido de cuartos de final de Argentina contra Inglaterra en el Mundial México de 1986, donde el Diego metió un gol con la mano, considerándose como La Mano de Dios. En este caso el titulo de este film tiene un poco de relación con el suceso pero tiene otro significado, mas pesado y bastante reflexivo; si no crees en Dios, que las cosas se mueven por su voluntad, bueno, llamalo destino, y si no crees en el destino, ya no podemos hacer nada por vos. La cosas pasan, pasan por algo y uno debe seguir en pie.

La historia se sitúa en Nápoles, en la década del 80, donde hay un revuelo y rumores de que probablemente, Diego Maradona vaya jugar a Napoli, esto sorprende al joven de 17 años, Fabietto, un muchacho introvertido que, además de tener un amor hacia el Diego, tiene un ojo para observar la vida y sus alrededores, en especial a todos los integrantes de su familia. Al pasar el tiempo, un día un acontecimiento nunca pensado se presenta y su vida da un vuelco inesperado, encontrándose solo e impotente.

Lo que realmente me gusto de esta película es que los personajes son reales, ninguno es estereotipado como solemos ver en algunas producciones de cine italiano, refleja detalladamente el valor que tiene la familia italiana. En cuanto al personaje de Fabietto, interpretado por Filippo Scotti, posee todo los elementos y la construcción de un adolescente, sensible, inocente y portando su walkman en mayor parte de la película. Es una de las primeras que películas que transcurre en la década del 80 que no esta sobrecargada de nostalgia o algún producto o alguna canción en exceso para recordarnos que estamos en la época, solo algunos elementos, por ejemplo, un VHS de Erase una vez en América (1984) de Sergio Leone, y pilas de cassettes, entre otros. El vestuario también es sutil, no necesita alardear demasiado en colores ni en el estilo, el diseño de producción es exquisito, y los escenarios y paisajes que muestra a lo largo de la cinta es enriquecedor y nos muestra un poco de ese encanto que todavía tiene la bella Italia, no todo se centra en Roma, que quede claro. Es una fiel y fuerte película, digna para una candidatura al Oscar a Mejor Película Extranjera, o por que no, a Mejor Película también, no tiene nada que envidiarle o perder delante de otras.

Todo esto sucede cuando hay una buena dirección y un buen guion, no es para nada densa, se toma su tiempo en desarrollar cada situación y cada personaje. Un historia verídica, de dolor y alegría. Posee un condimento que la hace deliciosa, es tan jugosa por todos lados que aun así cuando finaliza, intentas digerir y averiguar que fue eso que hizo que te gustara tanto. ¿Será que es un reflejo de cuando pasa algo repentino en nuestra vidas? ¿Será que algunas heridas viejas no suelen curarse del todo? ¿Será que las cosas en la que enfatizamos y consideramos que son de suma importancia en un momento ya dejan de serlo? ¿Será que su historia es una herida latente al rojo vivo? ¿Sera que la vida es así? Solo es una cuestión de ver, y sentir, como lo hace Fabietto.
Frano
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