Sorpresas te da la vida. Nunca es demasiado tarde para gente que, como yo, no nos cansamos de afirmar que los western son aburridos hasta decir basta y luego nos tienen que tapar la boca. A veces somos más papistas que el Papa.
En fin, que no los he soportado nunca (a excepción de "La Diligencia"), pero caí en las garras de Jeff Daniels (al que en su faceta cómica tampoco soporté nunca).
Las historias y los personajes de ese pequeño poblado americano (no recuerdo el nombre) son interesantísimas (aunque metida un poco con calzador la vena feminista del personaje interpretado por Merritt Wever, pese a considerarme feminista ante todo soy realista y veo que una historia así se la han sacado de la manga para apuntarse a la moda del feminismo de Hollywood). Las demás tramas enganchan. Los capítulos no son cortos, pero te quedas con ganas de seguir viendo más.
Lo mejor es el guion. Esos discursos que se marca Daniels son buenísimos. Este actor está sembrado aquí. Es un villano al que se llega a querer en algún momento y a odiar en muchos otros.
Todos los actores y actrices están a su altura, sorprendiéndome especialmente Michelle Dockery, que parece haber nacido en el oeste americano y no en el Reino Unido.
Si reniegas como yo del género, dale una oportunidad a esta miniserie. No es que vayas a hacerte fan de los western, pero, al menos, empezarás a verlos con otros ojos.