Mandariinid es una película claramente anti-belicista que relata una dura historia de superación y reconciliación.
La película trata de dos amigos que deciden quedarse en Estonia a pesar de haber una guerra cercana, con el fin de acabar de recoger sus naranjas, cierto día se monta una contienda enfrente de su casa que acaba con varios soldados muertos y dos supervivientes heridos (uno de cada bando).

Esta historia no se centra en la guerra en si, sino que relata de una manera muy lúcida como es vivida en la intimidad de las personas. Asimismo, este drama deja de lado las ya conocidas y `sucias´estrategias lacrimógenas sino que se centra en la condición humana por encima de todo.

La película también posee unos diálogos inteligentes, sabios y serenos que hacen de esta película algo diferente a las demás.

Con una banda sonora apabullante que consigue dejarnos continuamente con un amplio sentimiento de melancolía y de nervios a la vez, ya que cualquier cosa puede pasar de repente: desde la explosión de un misil a la aparición de un batallón.

Además de todos estos elementos, la película también goza de un nostálgico final con el que concluye esta gran película, que, sin lugar a dudas, no pasará desapercibida.