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España España · Miranda de Ebro
Voto de la28:
7
Comedia. Drama. Romance Un curso de italiano une a seis daneses que tienen problemas sentimentales y de comunicación. Andreas, un joven sacerdote, es enviado a la parroquia de un pequeño barrio de Copenhague para reemplazar a Wredmann, un cura que vive enfrentado con sus feligreses y que no le pondrá las cosas fáciles. Provisionalmente se aloja en un hotel, donde conoce a Jorgen, un tímido conserje. Para aprovechar las noches, Andreas se apunta a un curso ... [+]
21 de julio de 2007
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1995, un par de cineastas daneses, Lars von Triers y Thomas Vinterberg, lanzaron una propuesta teórica para animar el panorama cinematográfico occidental y enfrentarse a la maquinaria de Hollywood. Idearon un decálogo bautizado como DOGMA, que los autores adscritos al movimiento se comprometerían a cumplir en la producción de sus películas.Entre algunos de los postulados destacan la obligación de rodar “cámara al hombro”, emplear iluminación natural, no utilizar banda sonora... Cuestiones formales que pretenden transmitir contenidos sin artificios ni ornamentos y que permiten producciones de bajo presupuesto.
Las primeras películas producidas, sujetas a este esquema, como fueron Los idiotas de von Triers o Celebración de Vinterberg, abordaron relatos provocadores y revulsivos (esto último en su doble acepción, pues conozco personas que salieron vomitando de la sala donde se proyectaba Los idiotas), con lo que, desde luego, consiguieron llamar la atención. Así que, una vez “patentada” la etiqueta DOGMA, surgieron detractores y aduladores, y el espectador tuvo que internarse en una jungla y rescatar de entre la maleza obras maestras e ir apartando las tomaduras de pelo.
A estas alturas, no se sabe muy bien si DOGMA fue un ejercicio calculado de marketing y cinismo para llamar la atención, o fue una propuesta sincera que ciertos críticos magnificaron y provocó que el engranaje mediático empezara a funcionar... Lo cierto es que con este marchamo ya se han hecho en Europa decenas de películas.
Italiano para principiantes es el duodécimo trabajo reconocido por el movimiento DOGMA. Con él, su directora, la danesa Lone Scherfig, consiguió triunfar en la SEMINCI de Valladolid y en el Festival de Berlín en 2001.
La cineasta plantea un relato coral basado en un guión flexible que se reescribía día a día durante el rodaje con la aportación de los actores y las ideas que suministraba la realidad del momento. Previamente al rodaje, Lone Scherfig convivió durante seis meses con los que serían los protagonistas, para conseguir que esta historia de gente corriente, de perdedores, se llenase de verdad y de frescura. Y lo consiguió.
Italiano para principiantes es un filme sin grandes pretensiones, que va haciéndose querer a medida que transcurre. Digo “sin pretensiones” porque la historia es convencional, sus personajes están instalados en unas vidas anodinas, son feos, no demasiado inteligentes; pero no a la manera cruel de “Los idiotas”, porque aquí hay mucho amor por estos seres. Y es la búsqueda del amor a través del laberinto cotidiano de la subsistencia, el motor de esta película. Los actores y actrices transmiten con sinceridad el desconcierto, las pasiones que habitan en sus personajes, y van ensanchando la sonrisa del espectador hasta dejarle confortablemente en un previsible pero imprescindible “happy hend”.
Por tanto, éste es un producto Dogma amable, accesible para todo tipo de público. Es decir, nada dogmático.
la28
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