Un piloto de helicóptero que tiene un chupa-chups en la boca aterriza, comprueba que su aparato gotea aceite y limpia la mancha con una fregona. Esta escena resume la aportación fundamental de España al ingenio universal. El autogiro, el chupa-chups y el cubo de fregona. Gracias a esta película nos enteramos de que los americanos no pagan royalties por el último de estos inventos, de manera que escurren la fregona con las manos. Qué guarrada.

Esa es una de las dos razones por las que "Joy", que tiene las críticas más despiadadas que se recuerdan en esta página, no puede funcionar en este país tan poco dado a la iniciativa y tan dado a la presunción, porque vaya que nos gusta alardear de que la fregona la inventamos nosotros. Mientras veo cómo la bruja que da título a la película exprime con sus propias manitas el algodón empapado de porquería recién recogida del suelo tengo el mismo pensamiento que los trescientos mil espectadores que, equivocados por la publicidad, la han visto en salas españolas: ¿por qué coño no utiliza un cubo con escurridor? Mi mujer tiene su propia teoría, mucho más práctica que la mía, como siempre. Según ella los yanquis no usan la fregona para fregar -o sea, agua, lejía y manos fuertes para quitar la mierda- sino para recoger los fluidos que caen al suelo. Es verdad. ¿Han visto en alguna película que la doméstica o doméstico de turno le diga al señorito que espere porque el suelo aún no está seco? Mejor no pensar mucho en el tema. A partir de hoy, cada vez que friegue el suelo de la cocina, me acordaré de esta película. Atroz.

La otra razón también es obvia. Pero alma mía, cómo vas a realizar un canto a la mujer emprendedora exaltando la venta masiva de fregonas para amas de casa. Eso se comenta solo.

He visto en Internet la foto real de la tal Joy y se parece mucho más a la indescriptible protagonista de los culebrones que se traga la mamá del personaje que a Jennifer Lawrence, que es vulgarota y jaquetona pero al lado de aquella parece una lady británica. No sé qué intervención directa ha tenido en esta película, pero está claro que a través de ella se venga de manera rastrera de su padre, de su hermana y de su madrastra, a los que debe su negocio ya que pusieron la pasta, a la vez que premia a su ex-marido y a su amiga de infancia, los cuales trabajaron gratis en sus chaladuras porque estaban más bien tiradillos y no tenían otra cosa. Eso es típico de los nuevos ricos, adjudicar el mérito de su éxito únicamente a su trabajo y odiar hasta la eternidad a los que le recuerdan en todo momento que si llegaron arriba fue porque alguien arriesgó los ahorros que ellos no tenían.