Ambientada en la América rural, agrestes exteriores, y un sueño a nivel mundial, encontrarte una bolsa llena de dinero.
Son de esas películas en la que introduce a reflexionar al espectador sobre lo que él haría en cada eslabón de la cadena de acontecimientos que van sucediendo.
Si se ve con un grupo de amigos, da para una entretenida sobremesa, ya que cada persona puede tener una misma idea inicial, pero según se desarrolla esa idea, las opiniones irán variando, y resultará una agradable tertulia.

El guion parte de una idea sencilla, y consigue crear un clima denso en el que cuesta moverse y pone al descubierto la avaricia y cuáles pueden sus consecuencias. Buenas interpretaciones de los tres amigos, destacando la de Jacob.
Su director Sam Raimi, más pródigo en producir que en dirigir, logra dar un paso de gigante en cuanto a la calidad en el apartado de dirección, la anterior que había dirigido era Rápida y Mortal con Sharon Stone, y es nominada para varios premios. En adelante las películas de Raimi gozan de gran reclamo bien sea por su tutela al dirigir, por la historia que cuenta, por el reparto de actores con los que se rodea, o por otras factores.
La parte más endeble es el desenlace final.

Dos hermanos Hank (Bill Paxton) y Jacob (Billy Bob Thornton), y un amigo de Jacob, Lou (Brent Biscoe) se encuentran en un avión estrellado, una bolsa llena de dinero. Surge el gran dilema: qué hacer, ¿quedárselo?, ¿avisar a la policía? A partir de este hecho, la confianza que pudieran tener entre ellos queda en el olvido, y el plan que trazan inicialmente, sufrirá modificaciones con resultados trágicos.