Tema recurrente hasta la saciedad, el de la venganza. En este caso no se centra tanto en el desarrollo de la venganza, en unos hechos en sí, sino en el juicio posterior una vez que esta se ha perpetrado.

Lo que quiere dejar claro, es los vacíos legales que se puede dar en muchos casos, cuando se produce lo que conocemos como un defecto de forma.

El director hace cuestionarnos si una vez que la justicia ha fallado,todo vale (uno de los tópicos que tiene la película es ese, la justicia no ha funcionado, y deja a las victimas indefensas). Para ello utiliza un caso en que el espectador se pueda sentir identificado, para así mantener la tensión del juicio y por ende de la película.
También da una pincelada a todo el entramado judicial que debe haber un vez entra un caso delicado en los juzgados, el fiscal conoce al juez instructor, el juez instructor deseando hacer promoción interna.

Como elementos técnicos destacar la gama de planos cenitales: gasolinera, cementerio, el patio de Luc... El guión es bastante sencillo, enredándose en todo el entramado judicial.

Luc Segers (Koen De Bouw,) junto con su mujer y su hija forman una familia acomodada, y con buenas expectativas para el futuro, espera ser nombrado director de una importante empresa.
Una noche su vida da un cambio radical, su mujer es brutalmente asesinada e igualmente pierde a su hija durante el incidente. La justicia tiene grietas y el asesino de su mujer se puede librar de una condena gracias una de ellas. Luc busca hacer justicia por su cuenta, y se produce el juicio contra el para dictaminar su culpabilidad o su inocencia.