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España España · Oviedo
Voto de Arless:
9
Drama Primer film en color de Kurosawa. Retrato de un grupo de vecinos de los barrios bajos de Tokio, que usan la imaginación para enfrentarse al desolador panorama de miseria y alcoholismo en el que viven. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2008
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dodes Ka-Den, la primera película en color del maestro Akira Kurosawa, es una obra de arte de esas que te alegran hasta el peor de los dias.
Aclamada por la crítica e ignorada por un público que llevó al maestro japones a un intento de suicidio, Dodes Ka-Den es una película coral que nos retrata la vida diaria en un poblado de chabolas en los suburbios de Tokio. La pobreza, la extrema miseria en la que viven esta serie de maravillosamente detallados personajes, sirve a Kurosawa para realizar la que puede que sea su película más cruda, pero no por ello carente de la ternura y humanismo de otros grandes dramas realizados por el maestro. La fotografía, a pesar de un uso del color y los escenarios que posteriormente desarrollaría en obras como "Ran" o "Los sueños", es más seca en esta ocasión, más cruda insisto, haciéndonos partícipes de la suciedad y desolación que nos es presentada. Suciedad y desolación aparentes. Pues Dodes Ka-Den es tan tierna, humana y moralizante (no se entienda este término como peyorativo) como por ejemplo una obra maestra como "Barbarroja", aunque sin llegar a niveles tan exquisitos. Kurosawa saca de la extrema pobreza material, infinita riqueza humana. De la tristeza por la muerte, a la alegría por las ansias de seguir vivo.
Por supuesto, hay momentos amargos y desoladores, pero nadie dijo que la vida termine siempre bien, de hecho no lo hace, y Kurosawa filma la vida. Que es como es, ni más ni menos. Con sus risas y sus lagrimas, sus premios y sus putadas. Pues todos sabemos que la vida es muy puta, si, pero se puede aprender una lección de ella.
Los personajes de Dodes Ka-den asumen y aceptan la pobreza en la que viven pues no tienen otra cosa, ni siquiera perspectivas de mejora. De este modo, su dia a dia nos trae una historia en la que las sonrisas se alternan con la melancolía, y ésta con las lágrimas, y en la que a veces se nos muestra la imaginación y la fantasia como vehículo de escape a una realidad muy poco generosa.
Hay historias más amables que otras, y algunas que dejan a uno moralmente K.O. Es una película claramente agridulce, no predominando ni los claros ni los oscuros, sino alternándose, coexisistiendo entre ellos. Y la sensación final es de cine, de gran cine.

Bien es cierto que Kurosawa no contó en aquella ocasión con los mejores actores. También lo es que la historia en un principio desconcierta y uno no sabe muy bien por dónde quiere tirar, incluso que tiene importantes parones.
Pero cuando Dodes Ka-Den acaba, y uno piensa detenidamente en ella, valorándola en conjunto, todos estos detalles carecen de importancia.

Una grandísima película, recomiendo encarecidamente su visionado.
Arless
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