Resulta curioso ver como la sabiduría de la experiencia prima siempre sobre la idea brillante. Hitchcock se enamoró de esta historia y la rodó como lo que era, una idea estupenda que no podía exprimirse más que como cortometraje. De ahi salió "El caso de Mr. Pelham", para su serie "Alfred Hitchcock presenta", en 1955. Quince años después, el algo mediocre realizador británico Basil Dearden decidió que la historia era lo suficientemente buena como para hacer una película de largometraje con ella. No es así. Aunque contiene tremendos aciertos, y en parte es incluso mejor que la versión Hitchcock, su metraje acaba lastrándola. Lo que supone de mejora sobre el original, y de añadido correcto, podría haberse despachado en otros 25-30 minutos como máximo, añadidos a los 25 originales del film de Hitch. Pero un mediometraje no parece aceptable ni siquiera hoy, salvo para TV. De ahí que el resultado sean 90 irregulares minutos, muy interesantes y con un gran descubrimiento: que Roger Moore SI sabe actuar.
En cualquier caso, la psicodelia de finales de los sesenta está presente y garantizada en una película "presa" de su tiempo, que se sigue viendo con agrado.