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España España · Alcalá de Henares
Voto de cinefilico:
3
Romance. Drama En Barcelona, dos jóvenes que pertenecen a mundos opuestos se conocen. Ella, la dulce Babi (María Valverde), es una chica de clase alta que vive en un entorno tan protegido como poco excitante. Él, Hugo (Mario Casas), conocido como el duro "H", es un chico impulsivo e irresponsable, aficionado a las peleas y a las carreras ilegales de motos. Esta es la crónica de un amor inicialmente imposible que arrastrará a ambos a un frenético viaje ... [+]
4 de diciembre de 2010
86 de 108 usuarios han encontrado esta crítica útil
La pedantería más vomitiva y el más odioso macarrismo se unen en esta película imposible sobre el amor adolescente.

Con la mayor cantidad de clichés por minuto que puedan contarse, Fernando González Molina, aquel que ya demostró sus grandísimas dotes para la dirección (nótese la ironía) en Fuga de cerebros, nos cuenta una historia, que cae por su propio peso, que no tiene ni pies ni cabeza, y que, bajo ningún concepto es posible creerse un ápice de esa sarta de diálogos sin sentido que algunos se atreven a llamar guión.

Mario Casas, es, o mejor dicho, se hace (porque cuidado, era un chico de matriculas de honor) un macarrilla por diversos motivos familiares. Entonces, tras salir de un juicio en el que se le condena a pagar una multa por una agresión, coge su moto y sale a correr por las calles de Barcelona hasta que ve a una chica en un coche a la que llama fea. En ese momento, al muchacho se le va el cabreo y se encapricha de la riquita mimada (no me pueden decir que no es bonito). Empezando el tema así, no hace falta contar más de la película para imaginarse hasta que punto llega la chulería de él o lo irritante que puede resultar las tonterías de ella.

Pero lo realmente irritante, es que María Valverde tenga que esperar a este tipo de películas para hacer una actuación decente. Posiblemente su mejor trabajo desde La flaqueza del bolchevique, una inspiradísima Valverde consigue hasta hacerte creer que puede llegar a sentir algo por semejante patán, un Mario Casas, que parece pensar que por sonreír a la cámara mientras entrecierra los ojos puede convencernos de su pésima actuación.

De todas formas, 3 Metros Sobre el Cielo si que tiene algo muy bueno, más allá del tráiler de Primos, de Daniel Sánchez Areévalo que pusieron antes de la película. Y es que es una delicia ver Nerea Camacho desbordando soltura en cada plano. Esta niña prodigio tiene una productiva carrera por delante, tiempo al tiempo.

Por lo demás, ni siquiera en las escenas más adrenalíticas del film, el director es capaz de poner un mínimo de sentimiento a la historia por lo que uno se ve en la butaca, rodeado de carpeteras con las hormonas por los aires, suspirando cada vez que alguno enseña el torso (que son muchas veces) viendo los minutos pasar hasta que llega el final de la película donde un carpetera... a no, espera... una mujer de unos treinta años se levanta y empieza a aplaudir como una posesa. Y puedo jurar delante de quién sea que esto ha pasado de verdad.

En resumen, película consumible (el director sabe que arrasará en taquilla, así que para que esforzase) y una vez consumida, apta para enterrar a 3 kilómetros bajo tierra.

Un 3.
cinefilico
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