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Voto de Vivoleyendo:
8
Fantástico. Drama. Intriga Basada en la novela "Desde mi cielo" de Alice Sebold. Susie Salmon, una niña de catorce años que muere asesinada, observa desde el cielo cómo cambia la vida de su familia y de sus amigos tras la terrible tragedia. Mientras un detective intenta resolver el caso, el asesino borra todas las pistas y se prepara para volver a actuar. (FILMAFFINITY)
14 de agosto de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si se obvia un poco la ñoñería fantástica, la verdad es que me ha resultado un drama que puede llegar a ser bastante escalofriante, con tintes terroríficos. Porque cuando las películas se basan en historias terribles que ocurren todos los días, y comprendes que la realidad es infinitamente peor de como nos la pintan en la ficción, es cuando te entra el estremecimiento.
Susie Salmon representa a todas esas niñas y mujeres víctimas de lo más vil y horrible a lo que puede llegar el ser humano.
La autora del libro en el que se basa la historia de esta chica de catorce años que nos habla desde una especie de limbo, que no es cielo ni Tierra, vivió una experiencia traumática que millones de niñas y mujeres experimentan, y de la que muchas no sobreviven para contarla. Las cifras ponen la piel de gallina, y sólo son una punta del iceberg de la monstruosidad que puebla este mundo.
Peter Jackson se prodiga en esa fantasía evocadora (sobresaliente fotografía), que debe de ser como uno quisiera imaginarse lo que hay después de la muerte, si es que hay algo. Ese puede ser el gran defecto de la película (y no sé si también del libro), o una de sus virtudes, cada uno juzgará. No hay que negar que son imágenes muy oníricas y bellas, quizás para suavizar un poco ante el espectador el hecho de que se ha cometido un crimen espantoso.
En la vida real no tenemos la oportunidad de saber qué pensaría y sentiría la víctima si fuese a parar a un limbo y reflexionara sobre lo que le pasó, sobre el engendro que le hizo aquello, sobre la familia que se quedó destrozada, sobre los amigos con los que ya no volvería a reír, sobre los amores que permanecieron esperando. Si tendría que hacer acopio de fuerzas para asumir que iba a dejarlo todo atrás y marcharse para siempre a un lugar donde ya no habría dolor, porque no habría recuerdos. Y si antes de irse a ese cielo de felicidad y olvido, trataría de dar esperanzas a los que la lloran.
Es más llevadero si creemos que la muerte no es el final.
La realidad no es así.
Por eso sientes escalofríos cuando Stanley Tucci aparece e interpreta tan brillantemente a lo que podría ser un verdadero asesino en serie. Miras sus ojos fríos, despiadados, y te haces una idea. Sólo una idea porque, como siempre, la realidad es peor.
Sientes escalofríos pensando en esa rosa sin abrir a la que han robado todo lo que era y lo que podría haber sido.
Todas esas rosas sin abrir, algunas tan pequeñas que apenas eran un capullo incipiente.
Sientes escalofríos pensando en las personas rotas que ignoran cómo seguir adelante después de que les han quitado a alguien tan querido. Si vivirán cargadas de odio, si serán capaces de recomponerse.
Estoy de acuerdo en que la abuela de Susie se equivoca siempre, aunque tenga buenas intenciones, porque el dolor nunca, nunca, desparece. Se puede hacer llevadero, puede llegar una etapa en que las noches no sean tan interminables ni los días tan vacíos, puede que incluso regresen las ganas de sonreír, que vuelva el impulso de continuar. ¿Pasar página? No lo creo. Tal vez aprender a soportarlo. Seguir respirando, decirte que si te levantas de la cama el día traerá algo bueno, que hay personas que te aman y te necesitan y no puedes quedarte anclado en ese cuarto vacío que está tal y como ella lo dejó.
Probablemente sea así como uno sigue viviendo después de que ella se ha ido.
Por culpa de la monstruosidad humana.
Ojalá existiera la justicia divina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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