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Voto de Vivoleyendo:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Acción. Thriller Thomas Anderson es un brillante programador de una respetable compañía de software. Pero fuera del trabajo es Neo, un hacker que un día recibe una misteriosa visita... (FILMAFFINITY)
30 de mayo de 2008
26 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta silla en la que estoy sentada no existe. No hay tal silla. Mis posaderas (que tampoco son tales) tienen la ilusión de estar cómodamente asentadas, pero, si realmente lo pienso, mi comodidad no depende de un objeto. Depende de mí misma. Quiero repantigarme confortablemente, así que mi mente hace realidad mi deseo haciéndome creer que tengo el culo plantado en la mullida blandura de una cosa llamada silla.
Y, ya de paso, mi cerebro (o lo que para mí es mi cerebro) me hizo creer también en un lugar llamado Carrefour, donde me convencieron de que esta silla costaba treinta y nueve euros con noventa y cinco céntimos. Pero claro, eso de los euros también es otro invento de mi mente.
Cada vez que imagino repostar gasóleo en mi coche, también es ficticio el clavazo que me dan, porque la subida del petróleo tampoco es real.
Por supuesto, este ordenador que creo tener delante no es tal. Esto que estoy escribiendo sólo es una ilusión, y yo creo que lo hago porque quiero hacerlo. También más adelante creeré que me lo van a validar (a no ser que algo falle en el programa informático de "apto para validación").
Y no debo olvidar que todo este mundo que aparentemente me rodea no es más que humo.
Sólo vivo la vida que ellos me dejan creer que vivo.
Soy esclava de Matrix. ¿Y qué coño es Matrix? Mi cerebro informático no reúne los suficientes megabytes para procesar tamaña información... Pero vamos, que eso no lo sabe ni la puñetera madre del oráculo. Menos lobos, Caperucita...
¿Cuál es la realidad? Vaya por Dios (vaya, pero si Dios es otro invento de Matrix...), yo siempre convencida de que entro y salgo como me da la gana, y resulta que lo mío es un sueño dentro de otro.
Que no soy libre. Claro, ahora entiendo lo de las hipotecas, lo de las tropecientas facturas mensuales, lo de los impuestos a Hacienda, lo de pasarle la ITV al coche, lo de la comunidad de vecinos y un largo etcétera... Pero qué tonta... Si todo eso se debe a que Matrix me controla.
Sólo veo lo que quiero ver, por supuesto. Lo que ellos me dejan ver.
¿Acaso el planteamiento de esta película (que no es una película) dista en exceso de la verdad?
Tanta parafernalia para venir a decirme que la vida es sueño. Que soñamos lo que vivimos, o vivimos lo que soñamos.
Pues Calderón de la Barca realizó ese descubrimiento hace cuatro siglos. Y entonces no había ni un puto ordenador. Qué crack el tío. Sin saber nada de Matrix ni leches.
Epílogo: Keanu Reeves es otro producto de mi mente calenturienta. Está ahí porque yo quiero que esté, y porque ellos me permiten esta pequeña fantasía inofensiva. Me dejan que piense que el tío está para mojar pan. Son muy listos. Saben cómo canalizar nuestro exceso de energía cachondona...
Vivoleyendo
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