Un thriller vibrante desde sus entrelazados conflictos, que cautiva desde los maravillosos escenarios naturales propios de los bosques de Alaska, y que además posee sólidas interpretaciones en el elenco donde sobresale Al Pacino aunque los demás también cumplen satisfactoriamente en sus respectivos roles.
Lo mejor del filme es su aroma a conciencia sucia, donde hay una simbiosis entre asesino e investigador ya que se necesitan mutuamente. El filme es claro ejemplo crítico hacia las tramoyas internas dentro del departamento de policía, pero también es un flagrante paradigma sobre cómo una equivocación efímera del pasado repercute y arruina la vida por completo.
Recomiendo el filme porque está muy bien logrado desde su atmósfera, tanto desde la opresión que causan las alternativas como desde los escenarios que cautivan desde lo estético-visual.
Secretos y mentiras, malas intencionalidades en duda, pecados involuntarios o no, ambigüedad y misterio. Todo un thriller lleno de emociones y sórdidas jugarretas, que no descansa nunca en intensidad, que se va entretejiendo con la audacia propia de los ajedrecistas que piensan bien sus jugadas antes de actuar, una cinta que tiene a sus personajes atados de pies y manos para no cometer otra equivocación, donde abundan los policías pero la sensación de justicia no se manifiesta con facilidad.
Una buena cinta sobre investigaciones policiales con complejas aristas para analizar. Recomendable.