Tomar a broma la famosa novela de Bram Stocker, la dirección de Mel Brooks y el protagonismo de Leslie Nielsen son tres grandes ganchos para promocionar esta parodia.

Sin embargo ni bien comenzamos a visionar el filme ya nos damos cuenta de que le falta la chispa necesaria como para entusiasmar y hacer reír a la platea.

Los gags no están lo suficientemente pensados como para ser efectivos y contundentes, y si bien la comedia no molesta ni es del todo aburrida no llega a tener ni por asomo la jocosidad esperable de antemano.

Lo bueno del filme es que es una cinta bien lograda desde lo escenográfico, está bien ambientada desde lo estético para dar vida a la recreación de época correspondiente.

Los decorados, el vestuario, el maquillaje son puntos altos. Aunque los efectos especiales son regulares tirando a malos por ser una cinta de 1995.

Otro elemento positivo es el elenco, quien le pone mucho carisma al relato, pero lamentablemente el mismo no está tan conseguido desde su humorismo, el cual es bastante irregular y fallido en varios pasajes.

El ritmo es saludable, pero hay alternativas a las que no se le encuentra el humor nunca y por ello se evidencian tiempos muertos donde se nota que el filme está bastante improvisado en su confección narrativa.

Si bien es una cinta que recurre de vez en cuando al humor verde, en su mayor parte utiliza el absurdo como motor generador de la risa. A veces efectivo, pero la gran mayoría falla y temblequea en su hechura textual.

Palabras claves: parodia, comedia absurda, vampiros.

(cualquier aporte, sugerencia, o simple acotación a esta crítica serán bien recibidas en el espacio de comentarios de mi blog personal)