Los grandes directores del espectáculo de los ochenta (Spielberg, Lucas, Landis, Zemeckis o el caso que nos ocupa Joe Dante) habían crecido en la generación de los 50 y 60. En su madurez repasaban su infancia y juventud en sus películas tal y como hoy lo hacen en nuestra generación actiales directores con el fenómeno de recuperar los ochenta. Véanse "Stranger Things" o "Super 8".
Asistimos pues a la revisitación de una época mágica para ellos, la infancia y adolescencia. Y a su pasión por el cine. Qué mejor homenaje de Joe Dante que el de enmarcar la propia época vivida en niñez, la del miedo nuclear de la destrucción mutua de las superpotencias EE.UU. y la URSS y su amor por el cine de serie B.
Así en plena crisis de los misiles de Cuba, un productor de serie B encarnado por Godman, que a modo de Val Newton, y con silueta y puro en homenaje a Hitchcock, emplea toda su astucia en sacar partido a la histeria colectiva a través de sus películas y sus innovadoras técnicas en la sala.
Esto es cinefilia dentro del cine, otra manera de hacer metacine de forma muy interesante. Tal vez "The Majestic" sea otra película recomendable en este aspecto.
No me la perdería por varias cosas, representa muy bien el caos al miedo nuclear, te traslada a tu adolescencia e infancia, que es el país de nunca jamás y si no tienes prejuicios y quieres ver una doble sesión de historia contemporánea y saber sobre cine de serie B, recomendadísima.
El cine de serie B explotaba el miedo a la invasión alienígena que era trasunto de la soviética y a su vez trasladaba en el público esa paranoia de los peligros que entrañaban la bomba nuclear con sus mutaciones y enfermedades provocadas por la radioactividad que ya se conocían desde Hiroshima y Nagasaki.