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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
8
Serie de TV. Comedia Serie de TV (1972-1980; 1992). "El Chavo del Ocho" era una popular teleserie mexicana que narraba las historias de un niño mexicano de 8 años (El Chavo, interpretado por un adulto) que vive en una vecindad de la Ciudad de México D.F., y con frecuencia se lo encuentra dentro de un barril situado en el patio de la vecindad. El programa explora, de manera cómica, los problemas que muchos niños de la calle experimentan a diario como el ... [+]
25 de octubre de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pareciera que cuando digo que "El chavo del 8" es para niños grandes, la estoy minusvalorando. No es así, en lo absoluto. Cuando son de buena crianza, pocas cosas hay más honestas que ese sentimiento de la infancia de solamente necesitar saberse querido para dar tú todo lo demás. Eso sí, se pone ese requisito, porque ser un crío no es ser imbécil, y uno sabía a que árbol se arrimaba.

Roberto Gómez Bolaños, alma inquieta, creó hace ya mucho tiempo, un producto único que, por supuesto, fue más fruto del azar que de otra cosa. El creador mexicano tiene la humanidad de los grandes, lo que pasa es que, sin querer ofender, creo que más de una persona arquea la ceja por ser una comedieta. Pero en las páginas del diario del Chavo hay algo más.

Maradona, exponente de muchos de los agridulces sabores y el lado claro-oscuro que supone el talento en Argentina, afirmó hace tiempo que era la cosa más linda y pura que se podía ver por la televisión, que era su programa favorito para ver con sus hijas. Y es que, de la mano de unos artistas de una fisonomía muy particular y talento descomunal (Carlos Villagrán, Ramón Valdés, Florinda Meza, Edgar Vivar...), se creo una serie que aún hoy sobrevive en revisionado y que es el paradigma de poco presupuesto y mucha inventiva.

Hace ya bastante tiempo que no visitó El Chavo. Ocasionalmente veo algún capítulo o gag por la red, también me interesan entrevistas a miembros del equipo (tristemente, en algunos casos enfrentados por problemas de egos), pero en ese rincón de memoria que habitan, sé que permanecen allí, divertidos e inalterables, como un Paraíso de tiempos más inocentes. Entro poco a molestar, pero siempre que abro la puerta me arranca una sonrisa.

Será sin querer queriendo, pero esta serie a veces tan atacada, recuerda que no hay nada malo en ser un niño grande de tanto en cuanto...
El Libanés
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