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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
4
Drama. Thriller Dorian Gray (Ben Barnes) es un joven aristócrata muy atractivo que, después de haber pasado una solitaria adolescencia en el campo, regresa a Londres, donde ha heredado una mansión. Atraído por la vida nocturna, se sumerge en ella de la mano de Lord Henry Wottom (Colin Firth), que lo conduce a los antros más recónditos y sórdidos de la ciudad. Al joven le fascina el estilo de vida decadente y amoral de Wotton. Por otra parte, su ... [+]
13 de abril de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El retrato de Dorian Gray" daba la sensación desde la lejanía del pasillo de ser un gran cuadro. Un buen reparto, exquisita fotografía y buena recreación de ese marco victoriano atemporal. No obstante, conforme mas nos acercamos, vemos brochazos donde antes había delicadeza, bofetada en el rostro antes que seducción.

O. Wilde nos regaló una obra brillante, repleta de inteligencia, con su habitual nivel de escritura, es decir altísimo. Con todo, en esta original forma de concebir el peso de la belleza y el temor al paso del tiempo, siempre me ha parecido que ese gran libro peca un poco de pedante, escaso peaje por disfrutarlo, simplemente, decir con ello que hay cosas que me parece que no está mal que se hayan querido adaptar.

Los tiempos cambian y el propio Wilde no se hubiera sentido incómodo de que se mostrase mucho más abiertamente el deseo sexual reprimido de Basil por su modelo, a la par que esa extraña y casi obsesiva fijación de Dorian por el placer. Pero las escenas de las orgías, una vez superado el primer impacto, más bien aburren, demasiado light para ser sensual, excesivamente evidente para ser sutil.

A salvar al siempre eficaz Colin Firth, taimado como Lord Henry, muy bien ese extraño giro entre los dos amigos. En la novela original, tras la brillante presentación, Henry pierde protagonismo, la idea de enfrentar a estos dos epicúreos es un descarado camino no transitado por Wilde, pero me parece jugoso.

Lástima que no se pueda salvar el resto. Ben Barnes no lo hace mal, pero este papel era muy complicado y da la sensación de que quedan demasiadas aristas sin mirar. Se nos ha presentado a un Dorian más para todos los públicos, menos frío en su casi divina fortuna de desventurado Fausto condenado a permnecer oculto en la parte más inaccesible de la mansión...

Se ve con facilidad y de la misma forma se olvida. Y eso no puede permitirse adaptando algo de un genio como Wilde y con este casting. Parker deberá esperar al próximo intento.
El Libanés
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