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España España · Córdoba
Voto de El Libanés:
7
Drama. Cine negro A principios del siglo XX, oleadas de emigrantes procedentes de Europa llegaban a la populosa ciudad de Nueva York. Todos albergaban la esperanza de hacer realidad sus sueños de prosperidad. Muchos procedían de Italia, como la familia de Gino Monetti, un barbero ambicioso y autoritario, que emigró con su paciente mujer y sus cuatro hijos, todos muy distintos tanto psicológica como físicamente. Con los años, Monetti amasó una enorme ... [+]
21 de octubre de 2012
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Debo reconocer que con algún ilustre precedente ("La condesa descalza", "Eva al desnudo", "Ciudadano Kane"...), asociar una película a la presencia de Mankiewicz, me hace poner una sonrisa de seguridad en la calidad del producto. Cuando un buen amigo me invitó a ver este clásico film, bien sabía que me encomendaba a un estupendo director, experto, como es el caso de esta tragedia, en usar los flasbacks con pericia de cirujano.

No obstante, "Odio entre hermanos", sin ser en ningún momento, una mala película, ni mucho menos, aún no tiene algunos de los elementos que hacen a este director uno de los más apreciados de este momento de ebullición de la filmografía norteamericana. Sobresaliendo Edward G. Robinson en todo momento dentro de un correcto reparto, se nos cuenta la clásica perversión del sueño americano, con estilo amargo que recuerda poderosamente a esa obra maestra llamada "Muerte de un viajante".

Pese a ello, hay muchos más cosas previsibles que en otros relatos de este excelente artista y una mayor linealidad de conceptos, quedando algunos personajes (especialmente los hermanos de Max), como figuras de un retablo, inmóviles y tópicas, cumpliendo eficazmente su función desde el punto de vista de lo que requiere el argumento, pero sin que lleguemos a meternos.

O quizás sea deformación profesional, ¿qué hubiera opinado de haber pillado "Odio entre hermanos" en la televisión sin conocer la firma? Probablemente hubiera alabado sin cesar el carisma de Robinson, mientras que elogiaba el buen pulso de su tempo para contar una historia.

Mankiewicz sin estar en su mejor momento... ¿Resultado? Notable. Por eso era un genio.
El Libanés
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