Me gusta Paul Thomas Anderson, un director que en el peor de los casos es extremadamente interesante. Me gusta el clima de sus películas y la fuerza interior de sus personajes. Pero todo esto no va en detrimento de que, como todo el mundo, en un momento de tu vida la cagues, y esto es lo que constituye este film, esa cagada a la que todos tenemos derecho en la vida, ese error, ese pequeño borrón en dentro una notabilísima carrera.

Me sorprende el reconocimiento de Cannes, y me sorprende su nota media en filmaffinity, en una película donde lo complejo se convierte en absurdo y te lleva al desinterés. Yo creo que el problema de fondo es que Paul Thomas Anderson no tiene sentido del humor, ha querido hacer una especie de comedia con las claves habituales de su alambicado cine y lo que ha conseguido es aburrir y desinteresar.

Pero bueno Paul, no pasa nada, ya lo has superado con un buen puñado de obras interesantes después de esta, y además como veo en las puntuaciones, hay gente muy fan que hasta valoran positivamente este abortillo cinematográfico que te has marcado, con lo cual sigue "palante" eso si aparca un poco el género de la comedia, y que sepas que no te tomo en cuenta este desliz