En mi afán de ver cine de terror bueno y malo, de cualquier parte del mundo y también de cualquier año me tope con nada más y nada menos que Cementerio del Terror.

Comencé a verla y conforme avanzaba el filme, me resultaba extrañamente familiar, una mescla sin pies ni cabeza de Viernes 13, Evil Dead y cualquier película de zombis de los 80s.

Normalmente suelo rescatar hasta el mínimo punto decente de cualquier pésima producción porque cualquier filme malo tiene aun que sea algo rescatable pero en este caso, Cementerio del Terror no tiene nada, absolutamente nada rescatable, la historia brinca de una trama a otra abusando de un libreto por demás absurdo, haciendo que el espectador no sepa lo que está viendo, si una película slasher o una de zombis, imagínense una película de zombis Mexicana, de los 80s protagonizada por Hugo Stiglitz, Erika Buenfil, Eduardo Capetillo y dirigida por uno de los productores de los reality shows de Televisa Cantando y bailando por un sueño, hay algo más que decir? si, la película mal iluminada de principio a fin, es de noche y parece de día, y encima ocupan velas para iluminar la iluminada oscuridad, los zombis garrafales que al resucitar destellan de sus tumbas luces de colores, escenas casi calcadas de Halloween de Carpenter, un libro maldito estilo Necronomicon como en Evil Dead, actuaciones de pena ajena, definitivamente nada la salva. Comparada con cualquier otra de la época incluso Vacaciones de terror resultaría altamente aterradora y una obra maestra.

Eso si entretiene todo el tiempo y saca carcajadas involuntarias más aun con el final que se carga.
No considero una pérdida de tiempo verla pues para conocer las grandezas del terror tenemos que conocer las profundidades del averno, como ejercicio puede resultar provechosa pero malísima al fin de todo.