Tal vez woody dejó de hacer buenas pelis cuando comenzó a intentar explicar cada centímetro del mapa del cerebro de los personajes bien mediante diálogos repugnantemente estructurados y sofisticados bien mediante axfisiantes voces en off que castran la narración de los acontecimientos. Los guiones, los hechos que relata y plasma en sus films más actuales son muy similares al de sus buenas obras pero aquí los baña de una vulgaridad que la verdad, después de haber visto sus 4 últimas aberraciones, ya no resulta sorprendente. Lleva ya muchos años exhibiendo una mediocridad que se le pasa por alto debido a su espléndido pasado pero yo prefiero ver arma letal 4; no sólo eso, sino que afirmo sin riesgo a equivocarme que la cuarta entrega de las aventuras de riks y murtaug es una peli muy superior a las últimas 5 del neoyorkino. Da que pensar, pero mientras sigan haciéndole la pelota en todas partes seguirá filmando basurillas sin chicha como esta. Niños pijos ricos y bohemios en... Barcelona. Pero qué guay es todo.