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Voto de Angel Lopez:
7
Drama Alice Howland (Julianne Moore) está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüista de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que su relación con su familia y con el mundo, para siempre. Con elegancia y delicadeza, la autora ... [+]
26 de enero de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que a estas alturas nadie duda en que Julianne Moore subirá al escenario a recoger el Oscar. Y no será porque se lo merece «que sin duda se lo merece, y mucho además», sino porque con esta actuación recordaremos a Moore siempre. Y que por cierto, ya iba siendo hora de que premiaran la dilatada carrera de esta gran actriz que cuyo tren pasó, no una, sino dos veces, y otro par de veces fue nominada como mejor actriz de reparto por películas como Boogie Nights y Las horas.

En Siempre Alice, Julianne Moore interpreta a una brillante y culta profesora de lingüística y una excelente madre de tres hijos que tendrá que luchar contra la enfermedad de Alzheimer. Un personaje muy bien enfocado y bien dibujado al que le es arrebatado todo lo que había conseguido. Desde que se manifiestan los primeros síntomas de la enfermedad hasta su inevitable agravamiento, la vida de Alice se convierte en un infierno. Debe ser muy duro ese momento en que no puedes acordarte del nombre de aquellas personas que amas y que te aman, esencialmente para ellos, los hijos. Hay en su gesto y su mirada, en la posiciones de su cuerpo y en el destello de una lágrima, aquellos matices que nos gusta descubrir. La actuación de Julianne Moore resulta conmovedora, y lo es porque está basada en la sinceridad, la naturalidad y la transparencia.

En cambio, la película se debate entre el melodrama más sentimentalista «sobre todo cuando recurre al uso de la música para enfatizar» y el moderno retrato de una enfermedad de principios de siglo XX. Un drama que se tambalea peligrosamente aunque no llega a caer en la manipulación, y que Richard Glatzer y Wash Westmoreland dirigen siempre centrando la mirada a su personaje central y trabajando la psicología de su verdadera protagonista. Así pues, Siempre Alice es un drama que sin Moore sería una película sin nada destacable.
Angel Lopez
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