Audrey vuelve a Europa, en este caso a París, para llevar a cabo otra comedia romántica, aunque en este caso de menor entidad que su homónima en Roma.
En este caso la actriz desempeña el papel de una secretaria, que debe encerrarse en el parisino piso de un extravagante guionista (Holden), para sacar a la luz, en tan solo dos días, un guión cinematográfico que debe convertirse en el nuevo éxito de su productora.
Un film aparentemente tan minimalista que, sin embargo, gracias a la imaginación de la pareja (que recreará el propio guión que reescribe una y otra vez), la película se verá envuelta de un sin fín de situaciones cómicas, en donde Audrey dará rienda suelta de toda su mímica y encanto.
Muy destacables también las intervenciones o cameos de distintos actores y actrices de Hollywood, como Marlene Dietrich, Fred Astaire, Mel Ferrer o sobre todo Tony Curtis.