Sin duda, una de las mejores películas de Mel Gibson, y una de sus mejores interpretaciones. Mel Gibson es Porter, un duro y experto ladrón que hará todo lo que esté en su mano para recuperar 70.000 dólares que, junto con su amigo y sádico compañero de fatigas, Val Resnick (Greg Henry), habían robado a una banda de mafiosos japoneses. A raíz de la traición de Resnick, Porter hará que empiecen a rodar cabezas.

Mel Gibson retoma el papel que años atrás interpretó Lee Marvin en la primera (y menos interesante) versión. La verdad es que Gibson parece mejor actor cuando deja de lado sus payasadas en roles como "Arma letal" o "Dos pájaros a tiro". Brian Helgeland (también reconocido guionista) hace atractivo este filme para el espectador desde que empieza hasta que acaba. Gracias a los decorados y a la excelente fotografía de Ericson Core, nos da la sensación de que la acción transcurre en los años `60 (también es efectista las canciones de Dean Martin en algunas escenas, incluso en los créditos finales).

Reparto interesante lleno de estrellas del celuloide: Bill Duke (Predator, Commando), Greg Henry, David Paymer, el cantante Kris Kristofferson, un John Glover de pocas palabras, Maria Bello, Bill Devane, el mismísimo James Coburn (sin acreditar) como uno de los jefes mafiosos, y una aún desconocida Lucy (Alexis) Liu, interpretando al putón sadomasoquista.

Una buena película con escenas memorables. De las mejores de los años `90.

Si aún no la has visto, ya tardas.

En 2009 se sacó la versión extendida (las escenas nuevas no son gran cosa).