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Voto de FERNANDO BERMEJO:
6
Cine negro. Intriga En 1952, mientras Eva Perón agoniza, un mediocre detective privado, Corvalán (Ricardo Darín), se ve envuelto en una historia muy poco convencional. Contratado por Gloria (Julieta Díaz), una bella y misteriosa mujer, para lo que parece un rutinario trabajo de seguimiento, descubrirá, poco a poco, un violento entramado de venganza y ambición. A pesar de los consejos de Santana (Diego Peretti), su socio en la agencia de detectives, ... [+]
6 de noviembre de 2009
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dirección cinematográfica no fue la única vertiente artística que el argentino Eduardo Mignogna (El viento, La fuga) cultivó a lo largo de su vida. También las letras, en forma de guión, teatro y novela, fueron un terreno transitado con solidez por el malogrado director bonaerense. De entre su propia producción literaria, Mignogna tenía especial predilección por "La señal", novela detectivesca que él mismo se propuso adaptar a la gran pantalla cuando la muerte le sorprendió en Octubre del 2006, a la edad de 66 años. El actor Ricardo Darín, íntimo amigo del realizador, inicialmente sólo iba a protagonizar la película, pero tras la inesperada desaparición de Mignogna tomó también las riendas del proyecto. El protagonista de 9 reinas y El hijo de la novia, con la ayuda de Martín Hodara (asistente de dirección de Fabián Bielinsky), completó la realización de esta adaptación que, por las circunstancias que la rodean, puede ser contemplada en 2 sentidos: como tributo póstumo y como correctísimo ejercicio revivalista. Como homenaje, La señal, pese a un argumento algo esquemático, se nos presenta respetuosa con la fuente original y con la voluntad de Mignogna; en su faceta revivalista, la ópera prima de Darín detrás de la cámara reproduce fielmente los recursos estéticos y temáticos de la serie negra (sombreros de ala y gabardinas, hampa, femme fatale, claroscuros...), y podría incluirse en ese grupo más amplio de películas que últimamente reivindica los modos del thriller añejo (La Dalia Negra, El Buen Alemán, Corazones solitarios). Huelga decir que la influencia de Dashiell Hammett y Raymond Chandler es innegable (e inevitable), aunque no menos evidente resulta la constatación de que Darín no es Bogart.
FERNANDO BERMEJO
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