Todos los personajes de The Shield tienen su lado oscuro. Solo hay que ver a Hollland "Dutch" Wagenbach, quien una vez estrangulo a un gato hasta la muerte solo para comprobar como se sentia matar después de que un asesino en serio le dijera cuan bien se sentia hacerlo y salio con la ex esposa de un agente rival solo para enojarlo, o David Aceveda, quien se masturbo con la grabación de una mujer siendo violada y mando a asesinar a un politico rival, Claudette Wyms, quien no para de reprocharle a su hija el hecho de haberse divorciado de su primer marido, o Julien Llowe, quien prefirio callarse el hecho de ver a unos compañeros robando cocaína de la escena del crimen antes de arriesgarse a que estos revelaran que estaba saliendo con un hombre, o Danny Sofer, quien se acosto con un hombre a quien sabia casado. Y eso por no hablar del Strike Team, liderados por el carismatico Vic Mackey, interpretado formidablemente por Michael Chicklis, un antiheroe a la altura de Tony Soprano, Omar Little o Walter White, y su co-lider, un excelente Walton Goggins (a quien quizá recuerden como Venus Van Damm en Sons of Anarchy o Boyd Crowder en Justified) como Shane Vendrell, quien tuvo la muerte más impactante que he visto en la television, lo cual ya es decir mucho si pensamos en el miembro más honrado del equipo, Curtis "Lem" Lemansky, asesinado a sangre fria por su propio amigo. Incluso Ronald "Ronnie" Gardocky, un personaje que no tuvo un papel importante hasta la última temporada, deja una huella. Y si pensamos que estos personajes son supuestamente los buenos de la historia es solo por ver a sus antagonistas. Antwon Mitchell, Margos Dezirian, John Kavanaugh, Cruz Pezuela, Guillermo Beltrán, los hermanos Armadillo y muchos más cuyos nombres me estoy olvidando pero cuyas caras jamás olvidare. Una serie que definitivamente merece ser más conocida de lo que es.