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España España · Madrid
Voto de Servadac:
7
Drama A finales del siglo XIX, la mansión Amberson es la más fastuosa de Indianápolis. Cuando su dueña, la bellísima Isabel, es humillada públicamente, aunque de forma involuntaria por su pretendiente Eugene Morgan, lo abandona y se casa con el torpe Wilbur Minafer. Su único hijo, el consentido George, crece lleno de arrogancia y prepotencia. Años más tarde, Eugene regresa a la ciudad con su hija Lucy, y George se enamora de ella. (FILMAFFINITY) [+]
19 de mayo de 2008
28 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el principio, fue la Escalera de Jacob, por la que los ángeles llegaban a la tierra. El dios de nuestros padres aún vivía entre nosotros y el sueño era su don.

Despertamos. Dejamos de mirar al infinito.

Quisimos renacer. Miguel Ángel, Leonardo y Diego de Siloe se propusieron reabrir ese pasaje. Así lo afirman la escalera de la biblioteca Laurenciana, la de doble hélice del castillo de Chambord y la escalera dorada de la catedral de Burgos. El libro, la iglesia y la corona, en busca del camino al otro lado.

Maurits Cornelis Escher, como Welles, trazó escaleras imposibles.

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Érase una vez una escalera, oscura y arrogante. La luz no conseguía entrar en ella. Vivió momentos de boato y vaguería, desprecio y esplendor. Sus inquilinos (parásitos de Sèvres) necesitaban recorrerla para respirar. Subían y bajaban, como unos ángeles caídos. Nadie que fuera ajeno a la hermandad podía doblegarla. El nombre era su fuerza.

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Han levantado en su lugar un edificio de oficinas. Ángulos rectos, espacios luminosos y un ascensor que comunica, diligente, sus más de treinta plantas. Quien lo toma (y todos lo hacen) siente una leve desazón en el estómago. Nada grave. Al fin y al cabo, no es más que un apellido.
Servadac
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