Nuevamente Meryl lo borda y lo borda por que vuelve a interpretar a un personaje fuerte, un personaje que busca superarse, no darse por vencida y buscar los sueños que siempre quiere conseguir. En esta ocasión interpreta a una cocinera que en la década de los sesenta intenta conseguir sus sueños y triunfar con la cocina en un mundo en el que a la mujer no se le regala nada. Mientras en la actualidad otra chica encuentra en la cocina de su ídolo la solución para darle sabor a su vida. Las actuaciones de Adams y Tucci, hacen un buen acompañamiento a la estrella. La ambientación, los toques de humor, las referencias a la vida en pareja y la música hacen de la película un visionado obligatorio para todo amante del cine con mayúsculas y sin duda otro lucimiento para que Streep vuelva a optar a algún oscar.