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Voto de Jose_Lopez_5:
6
2019
Jon Favreau (Creador), Dave Filoni ...
7,7
26.665
Serie de TV. Ciencia ficción. Aventuras. Acción
Ambientada tras la caída del Imperio y antes de la aparición de la Primera Orden, la serie sigue los pasos de Mando, un cazarrecompensas perteneciente a la legendaria tribu de los mandalorianos, un pistolero solitario que trabaja en los confines de la galaxia, donde no alcanza la autoridad de la Nueva República. (FILMAFFINITY)
9 de diciembre de 2019
53 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
* Aviso: esta crítica está basada en los primeros cinco episodios de la primera temporada. Si tengo tiempo, ganas y veo necesidad, quizás la actualice en el futuro.
En 1980 George Lucas parió oficialmente (véase spoiler 1) el más fetichista de los personajes de "La guerra de las galaxias": El cazarrecompensas Boba Fett. Un tipo misterioso, sin rostro, parco en palabras, cuya desconocida naturaleza alimentaba la imaginación. No se sabía si era humano, extraterrestre o alguna clase de robot o cyborg. Detalles que siempre permanecieron en la sombra (véase spoiler 2). No en vano, durante años los frikis se hicieron pajas mentales imaginando su historia.
En el 2002, Lucas, deseoso de sacarle más cuartos a la franquicia, lo recuperó en la precuela "Episodio II: el ataque de los clones". Allí, y como parte de su obsesión por atar todos los cabos, se ofrecieron más detalles sobre su naturaleza, aunque más bien sirvió para dañar su mística (véase spoiler 3).
A partir del 2010, desde Lucasfilm empezaron a descolgarse con declaraciones sobre una serie de TV de "Star Wars" con actores reales. Una retahíla de generalidades que no cuajaba en nada concreto. Lucas parecía querer explorar algo, pero nadie sabía qué.
Ya en el 2012, George vendió su imperio a los dueños del ratón Mickey, quienes tuvieron claro que Boba Fett era un activo a rentabilizar. Sin embargo, había un problema: Lucas había impedido usarlo en ninguna continuación (véase spoiler 4). Ello obligaba, o bien a incrustarlo en historias anteriores a "El retorno del Jedi", o bien a buscar una solución creativa. Como, además, la compra incluyó el misterioso material que Lucas había rumiado durante años, en Disney decidieron que aquello no se podía desperdiciar y empezaron a trabajar en él.
En el 2018 Disney consideró que el momento ya había llegado (véase spoiler 5), aun cuando lo que tenía en mente distaba de lo que George barruntó, ya que optaron por invertir en una historia ubicada tres años después de "El retorno del Jedi". Nacía así "El mandaloriano", las aventuras del alter ego de Boba Fett (véase spoiler 6).
La historia es, en esencia, un western disfrazado de mala ciencia ficción. Lo primero es obvio. Lo segundo, quizás no tanto. Y es que la buena ciencia ficción no consiste en permutar revólveres por pistolas de rayos, ni caballos por naves espaciales, sino en insertar un cambio utópico con base científica y, a partir de él, deducir las implicaciones que se derivan para con la sociedad e individuos. Asimov lo sabía bien, y repartía estopa sin miramientos cuando este asunto asomaba la patita (véase spoiler 7).
Por todo ello, "El mandaloriano" no aporta nada nuevo a la ciencia ficción. Un mercenario de ética flexible (véase spoiler 8) que, sin embargo, a veces tiene repuntes de conciencia (véase spoiler 9). Un tipo gris que no se posiciona en los extremos, aunque los visite cuando le conviene. Si alguien ha susurrado por lo bajo "Firefly", efectivamente, no va mal encaminado, pues "El mandaloriano" no es más que un trasunto de Malcon Reynolds, aunque más solitario, más agresivo y menos hablador. Todo, por supuesto, macerado en "Star Wars".
Eso sí, esta serie no puede alejarse demasiado de sus raíces georgeluquianas, aun siendo escasas, por lo que hace continuos guiños a lo poco que se sabe de este tipo de personaje (véase spoiler 10), alguno incluso de manera harto molesta (véase spoiler 11). Asimismo, sorprende lo rápido que la serie opta por restarle misterio a un comienzo prometedor, pues el protagonista cada vez es más abierto. Un problema agravado porque cada episodio está dirigido por alguien distinto lo que, si bien beneficia la creatividad, también dificulta crear un estilo coherente. Al menos está Favreau tras las bambalinas.
Ciertamente, "El mandaloriano" no es un mal trabajo. Vale que su ciencia ficción es tan pobre como la de "Star Wars", pero no por ello sufría esta última ni lo sufre (demasiado) la serie... siempre que hagamos la vista gorda. El personaje promete y las historias, por ahora, parecen tener que ofrecer.
En resumen, nuevo intento de Disney por amortizar en la televisión la compra del universo de Lucasfilm. Despierta interés y extiende los detalles del universo de "Star Wars". Los dos primeros episodios le gustarán. Luego, dependerá de sus expectativas. Hay riesgo de que el protagonista abandone su oscuridad. En el extremo del recochineo mercantil, uno de los jefazos de Disney ha soltado que, como esto triunfe, harán una película basada en la serie. Es decir, de un dibujo animado salió un personaje para dos películas, que luego fue recuperado en una precuela, del que se ha derivado una serie de TV basada en un primo cercano, y de la que ahora querrían hacer una película.
PS: Actualización del 30-diciembre-2019. Tras ver la primera temporada, me reafirmo en mi crítica. La serie es interesante, pero no veo esa perfección que algunos defienden. De hecho, aunque el último episodio no está mal, no es lo que cabría esperar en un cierre de temporada. Lo vi aburrido y sentimentalista. Discrepo con la web IO9 cuando dicen que han dejado lo mejor para el final. "Star Wars" está degenerando tanto que, a poco que algo no es malo, los seguidores ya lo ponen en un pedestal. Creo que la serie necesita recuperar el tono parco de los dos primeros episodios. Este trabajo necesita más aspereza, pero también menos azúcar y lugares comunes.
PS 2: Actualización del 5-enero-2020. Tras volver a ver algunos episodios, le he bajado la nota. La serie no es mala, pero cada vez estoy más convencido de que está lejos de las alabanzas que está recibiendo. Creo que es víctima, por un lado, de la onda expansiva de las secuelas, que han bajado mucho el listón. Por otro, de unos espectadores cada vez menos exigentes. No solo a la serie le falta más enjundia y cinematografía, sino que su carencia de originalidad empieza a irritar (véase spoiler 12).
En 1980 George Lucas parió oficialmente (véase spoiler 1) el más fetichista de los personajes de "La guerra de las galaxias": El cazarrecompensas Boba Fett. Un tipo misterioso, sin rostro, parco en palabras, cuya desconocida naturaleza alimentaba la imaginación. No se sabía si era humano, extraterrestre o alguna clase de robot o cyborg. Detalles que siempre permanecieron en la sombra (véase spoiler 2). No en vano, durante años los frikis se hicieron pajas mentales imaginando su historia.
En el 2002, Lucas, deseoso de sacarle más cuartos a la franquicia, lo recuperó en la precuela "Episodio II: el ataque de los clones". Allí, y como parte de su obsesión por atar todos los cabos, se ofrecieron más detalles sobre su naturaleza, aunque más bien sirvió para dañar su mística (véase spoiler 3).
A partir del 2010, desde Lucasfilm empezaron a descolgarse con declaraciones sobre una serie de TV de "Star Wars" con actores reales. Una retahíla de generalidades que no cuajaba en nada concreto. Lucas parecía querer explorar algo, pero nadie sabía qué.
Ya en el 2012, George vendió su imperio a los dueños del ratón Mickey, quienes tuvieron claro que Boba Fett era un activo a rentabilizar. Sin embargo, había un problema: Lucas había impedido usarlo en ninguna continuación (véase spoiler 4). Ello obligaba, o bien a incrustarlo en historias anteriores a "El retorno del Jedi", o bien a buscar una solución creativa. Como, además, la compra incluyó el misterioso material que Lucas había rumiado durante años, en Disney decidieron que aquello no se podía desperdiciar y empezaron a trabajar en él.
En el 2018 Disney consideró que el momento ya había llegado (véase spoiler 5), aun cuando lo que tenía en mente distaba de lo que George barruntó, ya que optaron por invertir en una historia ubicada tres años después de "El retorno del Jedi". Nacía así "El mandaloriano", las aventuras del alter ego de Boba Fett (véase spoiler 6).
La historia es, en esencia, un western disfrazado de mala ciencia ficción. Lo primero es obvio. Lo segundo, quizás no tanto. Y es que la buena ciencia ficción no consiste en permutar revólveres por pistolas de rayos, ni caballos por naves espaciales, sino en insertar un cambio utópico con base científica y, a partir de él, deducir las implicaciones que se derivan para con la sociedad e individuos. Asimov lo sabía bien, y repartía estopa sin miramientos cuando este asunto asomaba la patita (véase spoiler 7).
Por todo ello, "El mandaloriano" no aporta nada nuevo a la ciencia ficción. Un mercenario de ética flexible (véase spoiler 8) que, sin embargo, a veces tiene repuntes de conciencia (véase spoiler 9). Un tipo gris que no se posiciona en los extremos, aunque los visite cuando le conviene. Si alguien ha susurrado por lo bajo "Firefly", efectivamente, no va mal encaminado, pues "El mandaloriano" no es más que un trasunto de Malcon Reynolds, aunque más solitario, más agresivo y menos hablador. Todo, por supuesto, macerado en "Star Wars".
Eso sí, esta serie no puede alejarse demasiado de sus raíces georgeluquianas, aun siendo escasas, por lo que hace continuos guiños a lo poco que se sabe de este tipo de personaje (véase spoiler 10), alguno incluso de manera harto molesta (véase spoiler 11). Asimismo, sorprende lo rápido que la serie opta por restarle misterio a un comienzo prometedor, pues el protagonista cada vez es más abierto. Un problema agravado porque cada episodio está dirigido por alguien distinto lo que, si bien beneficia la creatividad, también dificulta crear un estilo coherente. Al menos está Favreau tras las bambalinas.
Ciertamente, "El mandaloriano" no es un mal trabajo. Vale que su ciencia ficción es tan pobre como la de "Star Wars", pero no por ello sufría esta última ni lo sufre (demasiado) la serie... siempre que hagamos la vista gorda. El personaje promete y las historias, por ahora, parecen tener que ofrecer.
En resumen, nuevo intento de Disney por amortizar en la televisión la compra del universo de Lucasfilm. Despierta interés y extiende los detalles del universo de "Star Wars". Los dos primeros episodios le gustarán. Luego, dependerá de sus expectativas. Hay riesgo de que el protagonista abandone su oscuridad. En el extremo del recochineo mercantil, uno de los jefazos de Disney ha soltado que, como esto triunfe, harán una película basada en la serie. Es decir, de un dibujo animado salió un personaje para dos películas, que luego fue recuperado en una precuela, del que se ha derivado una serie de TV basada en un primo cercano, y de la que ahora querrían hacer una película.
PS: Actualización del 30-diciembre-2019. Tras ver la primera temporada, me reafirmo en mi crítica. La serie es interesante, pero no veo esa perfección que algunos defienden. De hecho, aunque el último episodio no está mal, no es lo que cabría esperar en un cierre de temporada. Lo vi aburrido y sentimentalista. Discrepo con la web IO9 cuando dicen que han dejado lo mejor para el final. "Star Wars" está degenerando tanto que, a poco que algo no es malo, los seguidores ya lo ponen en un pedestal. Creo que la serie necesita recuperar el tono parco de los dos primeros episodios. Este trabajo necesita más aspereza, pero también menos azúcar y lugares comunes.
PS 2: Actualización del 5-enero-2020. Tras volver a ver algunos episodios, le he bajado la nota. La serie no es mala, pero cada vez estoy más convencido de que está lejos de las alabanzas que está recibiendo. Creo que es víctima, por un lado, de la onda expansiva de las secuelas, que han bajado mucho el listón. Por otro, de unos espectadores cada vez menos exigentes. No solo a la serie le falta más enjundia y cinematografía, sino que su carencia de originalidad empieza a irritar (véase spoiler 12).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
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1. Oficiosamente se estrenó dos años antes, en 1978, mediante un pequeño cortometraje animado insertado en aquel delirio febril que fue "Star Wars Holidays Special".
2. Incluso tras su muerte en "El retorno del Jedi" (1983).
3. En realidad Lucas tuvo que recurrir al padre de Boba, Jango Fett, cuyo vulgar careto descubrimos. Boba resultó ser su hijo clonado. Todo muy terrenal y alejado del misterio que lo rodeaba. Lucas, donde metía la zarpa, rompía algo.
4. Pues por lo mismo que lo dicho en el spoiler 3. Porque estaba pajarito.
5. Y eso que ese mismo año la pifió con Han Solo y su descomunal fracaso en taquilla, porque se gastaron hasta lo que encontraron entre los cojines del sofá. Y eso, claro, luego hay que amortizarlo en proporción. Ironías, fue durante el estreno de esa película cuando Disney dio detalles sobre esta serie.
6. Dejémonos de chuminadas. Cuando miramos a el mandolariano, lo vemos como la historia no contada de Boba Fett... o la que podría haber sido una biografía apócrifa bastante verosímil.
7. ¿No se lo cree? Relate en voz alta la historia del episodio piloto cambiando robots por personas, naves por carruajes, armas futuristas para otras de fuego y cambie el niño verde por un mero bebe humano. ¿Qué le queda? La misma historia. No cambian las ideas, no cambia el hilo de la historia, no cambian las motivaciones de ningún personaje, no cambia el desenlace. Nada. Si al quitar toda la parafernalia científica le queda lo mismo, es que no aportaba nada y era innecesaria. Además, esto es una opera espacial, un subgénero dentro de la c/f que orilla tanto sus límites que hay quien ni la considera parte de ésta.
8. Si hay que matar por la espalda o a distancia, se mata. No hay honor entre asesinos.
9. Ya sea salvar a un criajo, revolverse contra sus jefes inescrupulosos (después de, ejem, quedarse con los dineros) o pagando sus deudas generosamente.
10. Por ejemplo, el robot cazarrecompensas es el mismo que aparece junto a Boba Fett cuando éste es presentado ante el espectador en "El imperio contraataca" (1980). Es como si la gente de Disney dijese: "Mira, mira. Este cazarrecompensas es compadre del que aparecía en aquella película. Que no se te olvide, espectador".
11. Ya en el episodio piloto uno de los personajes cita "el día de la vida". Una invención de Lucas en la que se basó la aberración del "Star Wars Holidays Special" (1978). O la visita, en otro episodio, a la misma cantina del puerto espacial de Mos Eisley, que ya es el colmo de las referencias.
12. El último episodio, no solo no tiene nada de maravilloso, sino que es simplón y plagia situaciones ya conocidas. El insufrible discurso dando el ultimátum es flojísimo; la matanza perpetrada por el robot es inverosímil y apesta a deus ex machina; y que un miembro del grupo se sacrifique en favor del resto, y que esto refuerce sus lazos justo antes de su muerte, es arquetípico hasta la náusea. Buscando referencias concretas para esto último, dada la incapacidad de muchos para entender ideas abstractas, baste citar películas de los 90 como "Volcano" o "Un pueblo llamado Dante's Peak", en donde se ofrece exactamente lo mismo, lava y planos incluidos. ¿Esta es la genialidad que tantos aplauden? Falta ser más exigente con este trabajo dados los recursos de Disney y lo que persigue. Los dos primeros episodios son potables. El resto están haciendo méritos para llevarse la etiqueta de forraje.
1. Oficiosamente se estrenó dos años antes, en 1978, mediante un pequeño cortometraje animado insertado en aquel delirio febril que fue "Star Wars Holidays Special".
2. Incluso tras su muerte en "El retorno del Jedi" (1983).
3. En realidad Lucas tuvo que recurrir al padre de Boba, Jango Fett, cuyo vulgar careto descubrimos. Boba resultó ser su hijo clonado. Todo muy terrenal y alejado del misterio que lo rodeaba. Lucas, donde metía la zarpa, rompía algo.
4. Pues por lo mismo que lo dicho en el spoiler 3. Porque estaba pajarito.
5. Y eso que ese mismo año la pifió con Han Solo y su descomunal fracaso en taquilla, porque se gastaron hasta lo que encontraron entre los cojines del sofá. Y eso, claro, luego hay que amortizarlo en proporción. Ironías, fue durante el estreno de esa película cuando Disney dio detalles sobre esta serie.
6. Dejémonos de chuminadas. Cuando miramos a el mandolariano, lo vemos como la historia no contada de Boba Fett... o la que podría haber sido una biografía apócrifa bastante verosímil.
7. ¿No se lo cree? Relate en voz alta la historia del episodio piloto cambiando robots por personas, naves por carruajes, armas futuristas para otras de fuego y cambie el niño verde por un mero bebe humano. ¿Qué le queda? La misma historia. No cambian las ideas, no cambia el hilo de la historia, no cambian las motivaciones de ningún personaje, no cambia el desenlace. Nada. Si al quitar toda la parafernalia científica le queda lo mismo, es que no aportaba nada y era innecesaria. Además, esto es una opera espacial, un subgénero dentro de la c/f que orilla tanto sus límites que hay quien ni la considera parte de ésta.
8. Si hay que matar por la espalda o a distancia, se mata. No hay honor entre asesinos.
9. Ya sea salvar a un criajo, revolverse contra sus jefes inescrupulosos (después de, ejem, quedarse con los dineros) o pagando sus deudas generosamente.
10. Por ejemplo, el robot cazarrecompensas es el mismo que aparece junto a Boba Fett cuando éste es presentado ante el espectador en "El imperio contraataca" (1980). Es como si la gente de Disney dijese: "Mira, mira. Este cazarrecompensas es compadre del que aparecía en aquella película. Que no se te olvide, espectador".
11. Ya en el episodio piloto uno de los personajes cita "el día de la vida". Una invención de Lucas en la que se basó la aberración del "Star Wars Holidays Special" (1978). O la visita, en otro episodio, a la misma cantina del puerto espacial de Mos Eisley, que ya es el colmo de las referencias.
12. El último episodio, no solo no tiene nada de maravilloso, sino que es simplón y plagia situaciones ya conocidas. El insufrible discurso dando el ultimátum es flojísimo; la matanza perpetrada por el robot es inverosímil y apesta a deus ex machina; y que un miembro del grupo se sacrifique en favor del resto, y que esto refuerce sus lazos justo antes de su muerte, es arquetípico hasta la náusea. Buscando referencias concretas para esto último, dada la incapacidad de muchos para entender ideas abstractas, baste citar películas de los 90 como "Volcano" o "Un pueblo llamado Dante's Peak", en donde se ofrece exactamente lo mismo, lava y planos incluidos. ¿Esta es la genialidad que tantos aplauden? Falta ser más exigente con este trabajo dados los recursos de Disney y lo que persigue. Los dos primeros episodios son potables. El resto están haciendo méritos para llevarse la etiqueta de forraje.