Billy (Vincent Gallo) acaba de cumplir una condena de cinco años consecuencia de una ridícula apuesta, a su salida rapta a Layla (Christina Ricci) para que se haga pasar por su mujer ante sus padres (Angelica Huston y Ben Gazzara) ya que los ha tenido engañados fingiendo estar casado y trabajar para el Gobierno...

Sí, la historia es original y podría haber dado mucho juego, sin embargo falla en dos aspectos principalmente. El primero en sus reiterativos y machacones diálogos y por el enorme amor que se tiene Gallo y que le lleva a, no sólo dirigir, protagonizar o escribir la historia (algo lógico en una película de bajo presupuesto como esta), sino a que varios de los personajes (prácticamente todos menos sus padres, a la postre los más interesantes) sean meras comparsas que están ahí para adorarle, desde su amigo Bobo al propietario de la bolera o incluso el tipo de la escuela de baile que alaba... el tamaño de su miembro (ejem). Pero el que más sufre este inconveniente es el personaje de Ricci (disfrazada de poligonera y en cuyo pasado no se indaga nada), que termina siendo una pelele que sorprendentemente cae rendida ante sus "encantos", normal claro, sólo la rapta, insulta y pisotea constantemente (y no me sirve de excusa la falta de cariño por parte de sus padres)... vamos, imposible no enamorarse de semejante dechado de virtudes...

Tampoco me parece especialmente lograda la labor de dirección, bien es cierto que goza de algunas escenas destacables, sobre todo aquella en la que el protagonista acude al club nocturno, sin embargo tanto las transiciones como los Flash Backs están realizados de manera chapucera y cutre y no es achacable a su bajo presupuesto. La magnífica interpretación de Anjelica Huston es con diferencia lo mejor de esta irregular producción a mayor gloria del señor Gallo.