Una película de espías, con sus buenas dosis de acción, humor y amor, y protagonizada por una pareja de actores hiperconocidos (aunque en horas bajas) parece tener asegurado el éxito. Noche y día viene a demostrar que no tiene por qué ser así. Y es que la cinta de Tom Cruise (quien se encarga de las escenas de acción) y Cameron Diaz (quien pone la nota cómica y romántica) no funciona debido a su poca originalidad y, sobre todo, a la nula química de su pareja protagonista.

Una cosa queda clara: Mangold es un director todoterreno, capaz de filmar dramas como Inocencia interrumpida (Girl, Interrupted), thrillers como Identidad (Identity), westerns como El tren de las 3:10 (3:10 to Yuma) o comedias de acción como la que nos ocupa, ya que su labor a la hora de abordar las escenas de acción es lo mejor de esta simplista, y por momentos aburrida, producción. Se podría decir que estamos ante un blockbuster de lo más descafeinado.