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Voto de winstonsmith:
8
Romance. Drama Elio Perlman (Timothée Chalamet), un joven de 17 años, pasa el cálido y soleado verano de 1983 en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia. Se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros y nadando hasta que un día el nuevo ayudante americano de su padre llega a la gran villa. Oliver (Armie Hammer) es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo. Al ... [+]
28 de marzo de 2018
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Call me by your name puede pecar de ser una película elitista. Los protagonistas son burgueses, adinerados, elegantes y cultos. Otro de sus pecados tal vez sea un exceso de esteticismo. Hay un gusto evidente por calcular los planos, por cuidar la ambientación, por forzar las poses, por crear símbolos.
Y si sacamos la lupa seguro que encontramos otros cuantos pecados más. Pero es que quizá sea esta una película nacida para pecar y para hacer del pecado algo necesario, bello y vital.

Y es que mirados de cerca, se nos presentan unos burgueses muy poco aburguesados. Porque late en ellos una inquietud intelectual. La música, el arte y los libros componen el atrezo cotidiano del film. Y a ello se le suma una desbordada pasión, una necesidad imperiosa de aprendizaje y exploración. Todo este caudal acaba desembocando en la historia central, un loco enamoramiento de verano, con buenas dosis de sexo incandescente y sin tapujos.

Es triste que tengan que venir los años ochenta a hablarnos de la libertad. Y comprobar, por comparación, qué tiempos tan encorsetados y retrógrados estamos viviendo. Al igual que es triste ver cómo poco a poco el espectáculo por el espectáculo le va comiendo terreno a las ideas y al gusto por el arte.

Hay muchas y muy variadas referencias artísticas y culturales esparcidas por todo el film, literarias, musicales, escultóricas... Pero de entre todas ellas cabe poner el foco en un par de secuencias que hacen alusión directa a Heráclito. Heráclito es el filósofo del eterno retorno, del devenir. Suya es la idea del fuego como principio elemental de todo, como metáfora del cambio incesante e incontrolable.
Junto al fuego, otro de los elementos que se erige como claro símbolo es el río. Es cierto que es más recurrente y manido, pero hay varios baños en las aguas del río que escenifican bien los cambios y el transcurrir de los sentimientos de los protagonistas. El agua en que se bañan nunca es la misma, pero es que ellos tampoco son los mismos cada vez.

Call me by your name es una película espléndida, irresistiblemente fresca y ardiente.

Es como caer hipnotizado mirando el fuego, un espectáculo que hace crepitar los ojos, las carnes, las ideas y los sentimientos.
winstonsmith
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