Cuando Bryan Singer aceptó el encargo de dirigir una nueva adaptación del heroe del cómic por excelencia, todos los aficionados se frotaron las manos porque se entendía que nadie mejor que él podría resucitar a uno de los mitos del fantástico moderno. Singer había resuelto con talento la dificil tarea de dignificar en el cine a los maltratados superheroes del papel.
Superman Returns no esta dirigida por Richard Donner, ni esta interpretada por Christopher Reeve. Ahora el extraterrestre del Planeta Krypton no vuela tan mal como en los ochenta y sus aventuras han perdido sentido del humor por el camino. Su traje ha desteñido y ganado en textura. Todo ha cambiado, pero es que hablamos de otra película. Una obra tan digna e interesante como lo fuera la de finales de los 70. Al menos para el que escribe estas líneas.
Superman vuelve a un mundo donde el espectador ya no se sorprende casi de nada y donde hasta un videojuego de consola ofrece tanta solidez visual como la de cualquier superproducción hollywoodiense. Los diarios sensacionalistas se entretienen en determinar cual es el grado de homosexualidad del personaje antes de que llegue a las pantallas. ¿A quién le importa que sus genitales fueran retocados digitalmente? Está claro que es un héroe pasado de moda en esta sociedad distraida por otros asuntos.
Este superman es más maduro, serio y menos aventurero. La frialdad de su "Fortaleza de la Soledad" contagia el tono general de una película menospreciada por parte del público.
Pero esta nueva versión arranca de esa estudiada sofisticación la mayoria de sus aciertos.
Los efectos especiales son impresionantes, pero no plagan todo el metraje como en otros productos. Estan dosificados y se agradadece, porque cuando quieren mostrar algo, lo ves.
Brandon Routh realiza un más que destacable debut y solamente ha podido ser criticado por parecerse demasiado a su antecesor (Reeve estaría orgulloso de esta película).
Se ha dicho de "Superman Returns" que realmente no aportaba nada nuevo y creo que el mayor problema que ofrece la película es que realiza demasiadas modificaciones a un estereotipo marcado en las mentes de muchos niños que hoy en día, ya adultos, ha dejado de creer que un hombre pueda volar (tal y como rezaba el poster promocional del film de 1978). Cine comercial y elegante.