Geoffrey Rush está enorme en esta película. Incluso más que Colin Firth, que ciertamente hace un trabajo espléndido con el valor añadido de actuar simulando tartamudez. Pero realmente su personaje es engullido por el de Rush. Todo esto es desde mi punto de vista, claro.
La película es interesante, pero cuando no se nos muestra las clases del rey la película se desinfla un poco.