Fantástica mezcla de fantasía y folclore chino en una vistosa producción que ha pasado desapercibida para el gran público por su escasa difusión. Me decidí a verla por un grupo de cinéfilos que la recomendaban y por sus buenas críticas generales, además de enterarme que fue candidata a nominaciones a los Oscars de 2020.

Es una adaptación de una antigua leyenda china, y por ende, nos van a empapar de su filosofía y enseñanzas. Se cuenta la historia de una criatura inmortal llamada Blanca, una serpiente gigantesca con la forma de una bella y pálida muchacha. Blanca sufre de amnesia y, junto con un muchacho que se dedica a capturar serpientes, intentará investigar su pasado para recuperar su memoria. Ese camino, lleno de obstáculos, le llevará a una senda de aprendizaje en la que irá recuperando los recuerdos a la vez que se irá conociendo así misma y a los demás, y vivirá una emotiva historia de amor con el que le ayuda en su camino.

Utilizando toda la imaginería tradicional china, con sus personajes, criaturas y paisajes, Amp Wong y Zhao Ji Ping componen una obra colorida y rica en detalles tanto sonoros como visuales, regalando los ojos al espectador con las composiciones y formas de sus escenarios, y los oídos con la banda sonora de Haowei Guo, de corte tradicional. Tampoco carece de ritmo, siendo las escenas de acción trepidantes y, en algunas ocasiones, verdaderamente épicas.

Toda una perla oculta en medio del océano de la animación. En serio, no se la pierdan.