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España España · Somewhere Far Beyond
Voto de Richy:
7
Aventuras. Drama Siendo un niño, a Marcos su padre lo entregó a un terrateniente para saldar una deuda, y éste lo dejó en manos de un pastor de cabras que vivía en una cueva. Con él, Marcos aprendió, a cazar, a buscar comida y a hacer fuego. Al tiempo que se iba ganando la confianza de los lobos de la zona, Marcos se queda solo al fallecer el pastor... (FILMAFFINITY)
14 de enero de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Félix Rodríguez de la Fuente levantara la cabeza… seguramente no la volvería a bajar hasta acabar de ver “Entrelobos”, una película que perfectamente podría cumplimentar (que no añadir) el gran trabajo de campo de “El hombre y la tierra” (1974-1980).

El filme de Olivares es un bello canto a la naturaleza salvaje, una historia de relación sostenible entre ser humano y naturaleza. Si se quiere, es una vuelta a los orígenes de nuestros instintos primarios como especie animal, despojados de toda racionalidad y conviviendo con las bestias salvajes. Se nos presenta a un niño, Marcos Rodríguez Pantoja (Manuel Camacho), el cual es vendido por su padre a un pastor (Sancho Gracia) que vive solo en la Sierra Morena de la posguerra. Con él, aprenderá a vivir entre la fauna salvaje de la zona, hasta que al final mantendrá una perfecta simbiosis con los lobos salvajes con los que convivirá durante muchos años.

Basada en hechos reales, contados por el propio Marcos Rodríguez, “Entrelobos” es, ante todo, una película de aventuras. Con escasos diálogos, el poder de la imagen es la auténtica protagonista, con una luminosa y excelente fotografía de los parajes naturales y diversidad de animales autóctonos de Sierra Morena. La belleza de las imágenes da un aire cuasi-documental, que ayuda a penetrar en la historia de manera envolvente. El ritmo, lento y pausado, es acertado pero inadecuado en algunos momentos en los que la acción requiere algo más de temperamento y energía en la dirección.

La historia es fácil de seguir y permite contemplar y disfrutar las escenas en donde la naturaleza es la principal protagonista, que son buena parte de los fotogramas del filme. El resto se centra en la convivencia entre el pastor y el pequeño Marcos, sin duda las dos mejores actuaciones de la cinta, destacando por encima de todas la del joven Manuel Camacho. Las escenas finales, en las que Marcos ha crecido, son más bien complementarias y las interpreta Juan José Ballesta en una actuación principalmente física, por lo que no tiene oportunidad de lucirse mucho más.

Se hace inevitable recordar, en el relato de Marcos, al Tarzán de los monos de E. R. Burroughs, similar en cuanto a convivencia con animales salvajes. Por otro lado, el espectador se reservará el derecho de creerse o no creerse la historia de Marcos, independientemente de disfrutar de una bonita y entretenida película que quizás deje algunos cabos sueltos pero que atrapará a cualquier amante de la naturaleza.

Recomendable.
Richy
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