Como tantos amante del western, salté a la primera como siempre que esporádicamente aparece en cartelera alguna nueva película del género. Los/as de mi edad, no vivimos en directo la época dorada, vivimos el crepuscular, el revisionista y el espaguetti, que produjeron magníficas películas; naturalmente nuestra afición nos llevó a los cines de reestreno y a los de "sesión contínua" (para niños) o a las reposiciones en televisión de las míticas, y entre ellas, como no, una de las grandes cimas del género, acertado remake americano de "Los siete Samurais". Con el paso de los años, seguimos sorprendiéndonos y emocionándonos con títulos como "Bailando con Lobos", "Sin Perdón", "El JInete Pálido", o más recientemente "El Renacido"; pero esta nueva versión casi llega sin llegar a captar la esencia del género. Hay poco heroísmo, pocos valores (en la primera, la amistad es un valor clave, como la justicia y el compromiso), aquí está todo más desdibujado, y con excesivo hincapié en enfatizar las escenas de acción, pura y dura.
Los actores cumplen muy bien, (en especial me sorprende Haley Bennet) pero aún en ello quedan por debajo de McQeen, Brynner, Coburn, Wallach, o Bronson, actores que estaban muy curtidos en trabajar el western y lo entendían a la perfección, al igual que su director, John Sturges, sin duda uno de los mejores en el género, y que resulta inalcanzable para Fuqua, que si bien hace un trabajo correcto y muy respetuoso con su antecesora, no capta del todo la esencia de una película del oeste, por ello ... casi llega.
Y me sorprende que apenas lea críticas acerca de la música, ¿por qué?, la de 1960 se convirtió en un icono del género, en un himno del western, en una melodía que por sí sola evoca todo un género, nos monta sobre un ponny, y nos transporta a las praderas, a las Rocosas o a los farallones de Monument Valley. Álguien podrá argumentar que la banda sonora de Elmer Bernstein raya lo insuperable, y es cierto, quizá el único que creó música del oeste capaz de ligar a un título haya sido Morricone, pero esperaba más de James Horner, que, en mi opinión, trata de "clonar" sin éxito, no las notas, pero sí el impacto sonoro de Bernstein. Y no es que sea imposible actualmente hacer una banda sonora de gran calidad en un western, como muestra basta con la de John Barry en "Bailando con Lobos" ... ¿no? Sólo me emocioné cuando en los créditos hace un justo tributo con las notas de su antecesora.
En resumen, una buena película del oeste, pero no excelente, y que desde luego no pasará a la historia.