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Voto de santi_betis:
7
6,8
61.177
Aventuras. Drama. Fantástico. Intriga
París, años 30. Hugo (Asa Butterfield) es un niño huérfano, relojero y ladrón que vive entre los muros de una ajetreada estación de trenes parisina. Nadie sabe de su existencia hasta que le descubre una excéntrica niña (Chloë Moretz) junto a la que vivirá una increíble aventura... (FILMAFFINITY)
24 de febrero de 2012
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se podría definir como un claro intento de chantaje emocional a los académicos de Hollywood para agenciarse los ansiados Oscar.
Está bien, para qué negarlo, pero no es más que un conjunto de clichés enormes adornado de movimientos forzadísimos para dar efecto 3D y con unos personajes que no me han enganchado en las más de dos horas de metraje.
El protagonista, por suerte no es el chico Hugo, como se ve a mitad de la película, sino el cine en sí y sus orígenes. La coprotagonista, si bien lo hace mejor que el chico, solo se dedica a poner 3 caras distintas durante todo el tiempo.
No hace falta decir que a nivel interpretativo es Ben Kingsley el que lleva la batuta, pero entre tanto movimiento tridimensional esto queda en un segundo plano. Y ni siquiera en las pequeñas historias secundarias se ve algo destacable en cuanto a actuaciones, aunque el perro no lo hace mal.
Ha sido como una enciclopedia de cine con capítulos sobre literatura, pero sin encuadernar, todo mezclado y con las hojas moviéndose en primer plano mareando la perdiz y al espectador.
Esta película falla en cosas y creo que lo hace en lo más importante.
Creo que mi opinión puede no ser valorada objetivamente, pero creo que el tiempo me dará la razón. Nota: 6,5-7
Está bien, para qué negarlo, pero no es más que un conjunto de clichés enormes adornado de movimientos forzadísimos para dar efecto 3D y con unos personajes que no me han enganchado en las más de dos horas de metraje.
El protagonista, por suerte no es el chico Hugo, como se ve a mitad de la película, sino el cine en sí y sus orígenes. La coprotagonista, si bien lo hace mejor que el chico, solo se dedica a poner 3 caras distintas durante todo el tiempo.
No hace falta decir que a nivel interpretativo es Ben Kingsley el que lleva la batuta, pero entre tanto movimiento tridimensional esto queda en un segundo plano. Y ni siquiera en las pequeñas historias secundarias se ve algo destacable en cuanto a actuaciones, aunque el perro no lo hace mal.
Ha sido como una enciclopedia de cine con capítulos sobre literatura, pero sin encuadernar, todo mezclado y con las hojas moviéndose en primer plano mareando la perdiz y al espectador.
Esta película falla en cosas y creo que lo hace en lo más importante.
Creo que mi opinión puede no ser valorada objetivamente, pero creo que el tiempo me dará la razón. Nota: 6,5-7
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Los diálogos, especialmente cuando salen de la boca de Hugo y de su amiga, son bastante irreales e impropios de esas edades, por mucha lágrima en 3D que cruce la pantalla. Cuando el chico habla sobre los mensajes de su padre y sobre el costoso trabajo de reparación que hicieron juntos, intenta trasmitir una pena y soledad que el espectador (yo al menos) no identifica del todo.
Luego algunos momentos del guión son de risa. Nos tenemos que creer que tras varios años desde la guerra, al escritor más experto en Georges Mélièsno no se le ocurre ir a visitar a la 'viuda' de este, para darse cuenta de que el director no ha muerto.
Juro que si el autómata al final hubiera abierto los ojos, yo hubiera tirado las gafas 3D a la pantalla escamado de tanta previsibilidad.
Por cierto, simpático cameo de un bigotudo Salvador Dalí al principio, en la estación.
Luego algunos momentos del guión son de risa. Nos tenemos que creer que tras varios años desde la guerra, al escritor más experto en Georges Mélièsno no se le ocurre ir a visitar a la 'viuda' de este, para darse cuenta de que el director no ha muerto.
Juro que si el autómata al final hubiera abierto los ojos, yo hubiera tirado las gafas 3D a la pantalla escamado de tanta previsibilidad.
Por cierto, simpático cameo de un bigotudo Salvador Dalí al principio, en la estación.