Película simplona, llena de topicazos pasados de moda, donde los hombres quedan como unos auténticos papanatas y las mujeres son unas heroínas sabias y bondadosas... Parece que el señor Gay se ha olvidado de que estamos en el s. XXI y que estas tramas ya no le hacen gracia a nadie (ni a las mujeres).

Los diálogos son soporíferos, las situaciones previsibles o directamente irreales e imposibles, las historias cansinas de tantas veces que han sido contadas.

Se salva, eso sí, la actuación de algunos maestros que, como siempre, salvan cualquier película mediocre (grandes Luis Tosar y Ricardo Darín). Por eso le doy un 3 (floja) y no he pasado directamente al 2 (mala).