Fue el otro gran éxito del año 69 junto al "Easy Rider" de Dennis Hopper. "Cowboy de medianoche" es bastante mejor película y dado que las intenciones de ambas, así como sus preocupaciones, son bien parejas, el alcance del film de Schlesinger casi dejaría barrido al de Hopper, ya de por sí endeble.
Es la historia de un cowboy (Voight) que harto de su vida decide marcharse a Nueva York con el fin de, aprovechando sus encantos físicos, vivir de las mujeres. Allí conocerá a un peculiar y arruinado tipo (Hoffman). Es una crónica del desencanto, una interrogación sobre la existencia de la libertad y la felicidad, sobre la fragilidad de lo idílico. Bien definidos están los dos desarraigados personajes (y magnificamente interpretado el de Hoffman) y la dirección de Schlesinger, de "autor", combinada y anticlásica, todavía mantiene su vigencia sin resultar pretenciosa ni histriónica (algo en lo que incurre a veces el film de Hopper, por ejemplo). Además suena el maravilloso "Everybody´s talking" cantado por Harry Nilsson. No es una película memorable pero sí considerable y de hermoso título.