Primera película sonora del genio, primera en la que no aparece como Charlot, es otra obra maestra adelantada a su tiempo en la puesta en escena, con un guion divertido y de profunda crítica/reflexión social, cine comprometido y realista. Basada en una idea original de Welles, cuenta la historia de un moderno "Barbazul": un sentimental, elegante y fino ex-empleado de banca que para sostener a su inválida mujer y a su hijo se casa con otras mujeres, las mata y se queda con su dinero. Ambientada en la época del crack del 29 dónde "robar era mejor que ser pobre", Verdoux parece una víctima de una sociedad implacable generadora de sus propios asesinos y delincuentes, pues el poder fomenta todo ello con sus estúpidas e ignominiosas decisiones. Folletinesca y tragicómica como casi todo su cine, es una gran comedia negra, sofisticada, al mejor nivel de la comedia clásica americana. Fracaso rotundo en taquilla, inicio del declive de un autor tan genial como coherente y cada vez más acorralado que nos regala uno de sus títulos más reivindicables y soberbios.