Un notable thriller de Ridley Scott directamente tributario de dos films inolvidables: el "Yakuza" de Sidney Pollack, y de su propia obra maestra "Blade Runner" (una de las películas más influyentes de la historia del cine),
Una pareja de policías norteamericanos atrapan a un peligroso asesino de la mafia japonesa, debiendo repatriarlo a su Japón natal. Al llegar al aeropuerto son engañados y el asesino vuelve a quedar libre. A partir de aquí para uno de los dos policías (Douglas) solo habrá un objetivo: atraparlo de nuevo...
"Black Rain" asume muy bien las influencias anteriormente anotadas y las recicla en un espectáculo vibrante, de estética a lo "Blade Runner" y ética del "Yakuza" pero con bastante brillantez formal y un gramo de lirismo ensamblado y consciente que otorga personalidad y entidad propias al film.
El enfrentamiento físico/psicológico de Douglas como policía heterodoxo, deprimido e individualista frente al asesino nipón (Takakura) tiene verosimilitud, un buen trabajo de interpretación y un escenario final original.
La película concilia de forma destacable el estilo de vida americano con el oriental y, en conjunto, es una de los mejores thrillers de su tiempo con estupenda fotografía de Frank de Bont.