Compone junto a "Cowboy de medianoche" de Schlesinger, un dúo mítico del cine USA, además en el mismo año. El tiempo ha dejado, sin embargo, este film de Hopper en su justo y medio alcance. Película despreocupada de la técnica (a veces demasiado histriónica y pretenciosa), es una plasmación concreta y aceptable de la filosofía "on the road" a partir de la historia, acabada en tragedia, de dos moteros que recorren América. Acusa muchas influencias: literatura beat, la road-movie, el western, la América profunda. Mantiene un más aparente que eficazmente agresivo y convincente espíritu anárquico, liberal, ateo y crítico con la sociedad, llegándose a la conclusión de que ésta ni siquiera existe como ente homógeneo. El destino no hay que buscarlo, solo llega imprevista y, a veces, tragicamente, con lo que consecuentemente hay que apologizar el "carpe diem". Interpretaciones cómplices para una película más coyuntural que importante de verdad, con una seleccionada y magnífica banda sonora de canciones de rock.