PinochoAnimación

Se trata del segundo clásico de Disney y en el que se ofrecen lecciones a los niños sobre portarse bien y alejarse de las malas compañías y los vicios como el tabaco, la bebida, el absentismo escolar. Sin embargo, esta película es más recordada por la "maldición" que recibe Pinocho al crecerle la nariz cuando enuncia mentiras. Tanto es así que esa anécdota ha permanecido en la memoria de varias generaciones y en consecuencia es la honestidad el valor que más efecto crea.

Al contrario que otros personajes antropomorfos, las mascotas de Gepetto y a su vez los auténticos amigos de Pinocho, no hablan. Pero con apenas unos gestos nos encariñamos también con el gato y el pez, que en ningún momento reflejan disputa alguna. Pero el personaje que acapara toda la atención y desplaza al en teoría protagonista es el pequeño Pepito Grillo. La voz de la conciencia, generando otro símbolo que además ha sido copiado por muchos dibujos de la Warner Bros, representando una versión en miniatura de ese "otro yo". Sólo que en este caso Pepito viene a ejercer de profesor. También es de destacar que la canción que entona pervive actualmente en las escenas de inicio de muchas películas de la compañía Disney.

Por todos estos aspectos y por una duración y división en tramos acertada, debe ser valorada como una de las joyas de Disney de antes de los exitosos años noventa.

La mejor película de animación hecha nunca jamás tiene un 6.8.
Bueno eso no importa, esta película es un autentico peliculón , atemporal y con un mensaje que no perderá vigencia.

Si pudieras pedir un deseo y fueras un engendro ¿que pedirías?
Ese es Pinocho, un niño ingenuo que confía en el mundo, en las personas, pero posee un gran defecto, es de madera, y un gran sueño, ser un niño de verdad. Este niño es humillado, es maltratado e inhumanizado por sus pares, pero sigue de pie ¿por qué? su hada lo puede convertir en un niño de verdad, pero debe continuar siendo un niño ingenuo y creer que el mundo no se ríe de él, seno con él.
Pinocho es ese niño que nos enseña que a veces tenemos problemas, pero uno con optimismo, endereza y confianza se puede salir adelante.
Grande Pinocho, grande Ben Sharpstenn por crear a este niño que con su padre carpintero configuran la pureza del ser del hombre.

Pinocho de Ben Sharpsteen y Hamilton Luske es un drama infantil de animación basado en el famoso cuento de Carlo Collodi. Dirigida con un ritmo vigoroso y con el estilo infantil típico de las cintas del género que lleva su mensaje de lección en el interior, es una obra enternecedora que se va trasmitiendo generación tras generación por su belleza y humanidad que es perfecta para dar los primeros mensajes importantes a los niños, dando en este caso lección de bondad, buen comportamiento, cosas a evitar y sobre todo a toda costa evitar la mentira.
La fotografía es divertida y evocadora en una labor llamativa y tierna que llena de hermosas imágenes el film, añadiendo además el confort en todos y cada uno de sus colores. La música es bella y emotiva en un perfecto acompañamiento musical que con sus conmovedoras y divertidas melodías acompañan el film en un entrañable trabajo, además tiene unas canciones inolvidables cantadas por sus personajes. La simulación de planos y movimientos de cámara consuman una labor personal que sacan lo mejor de las expresiones de cada uno de los personajes en una correcta tarea.
Los personajes son perfectos para formar uno de los cuentos más hermosos y emblemáticos del mundo infantil, ya que cuenta con los indelebles personajes de Pinocho, Geppetto, Pepito Grillo y el Hada entre muchos otros. Los vestuarios y caracterizaciones que llevan son sugestivos y estéticamente apropiados según el personaje en un maravilloso trabajo que cumple notablemente con su cometido.
El guion, escrito por Ted Sears, Webb Smith, Joseph Sabo, Otto Englander, William Cottrell, Aurelius Battaglia y Erdman Penner y basado en la historia de Carlo Collodi, tiene un mensaje excelente en su interior para todos los públicos pero en especial para los niños, siendo tan tierno que sobrevive eficazmente generación tras generación. Esto se lleva a cabo con una narrativa infantil y bella que con tono amable o insidioso según el personaje acompaña el film con mucha expresividad. Destacando también, unos diálogos espontáneos y ocurrentes que serán las risas de toda la familia.
En conclusión, la considero una obra necesaria e imprescindible en la filmografía infantil para disfrutar con toda la familia, por ser simpática y enternecedora además de tener un hermoso mensaje en su interior que sobrevive eficazmente en la mente de todos los públicos. Recomendable por su dirección, guion, personajes, fotografía animada, música, vestuarios, caracterizaciones, narrativa y diálogos que vuelven a Pinocho, un film de animación infantil indeleble e indispensable para toda clase de públicos.

En 'Pinocho' estamos ante uno de esos casos donde no recuerdo si fue objeto de visionado o no en la infancia, por lo que tocaba echarle un vistazo y ver como ha envejecido después de más de 80 años de existencia. Hay que decir que, de antemano, lo ha hecho mucho más que bien.

Las películas de Walt Disney suelen esconder grandeza en duraciones pequeñas y este es un ejemplo claro, pues en poco menos de 90 minutos tenemos el nacimiento, el desarrollo y el desenlace del protagonista y no se echa nada de menos prácticamente nada, todo está presentado y perfectamente narrado no necesitando nada más, ni más escenas, ni más drama, ni más comedia ni nada. En pocos personajes y una trama sencilla está todo lo necesario.

Para los niños esta es una de esas películas que habría que ponerles sí o sí por todas las enseñanzas que tiene la historia consigo como el ser bueno, generoso y sincero (como decía la hada madrina) y escuchar a la conciencia; enseñanzas que para un niño no habría que olvidar enseñar antes de que salgan a esa jungla de sociedad que hay fuera de casa. Y, por supuesto, está el hecho de que es una notable película por lo que también se le puede ir enseñando a los pequeños a tener buen gusto.

Sabiendo que vivimos hoy día en una era donde la gente puede ofenderse hasta por la tontería más grande y son capaces de llegar hasta donde sea con tal de sentirse activistas con un ego que alimentar, no sería descabellado pensar que esta película viendo algunas secuencias de vicio habrían hecho poner el grito en el cielo a ese sector de ofendidos; para eso están esas secuencias, para enseñar los peligros de la vida fácil y de juerga constante sin responsabilidades. Si alguien diría que esas cosas no se les deben poner a los niños, ese es exactamente el porqué se ven, para que no sean burros.

Cuando el cine es buen cine o gran cine pasará a ser atemporal. 'Pinocho' demuestra que habiendo pasado ocho décadas aún sigue siendo una obra de calidad rayando la excelencia cuyo rango de edad de público no tiene por qué limitarse a los niños.