Silencio en la nieve

La excelente ambientación, y la original premisa de la cinta hacen en principio de ésta que sea bastante interesante y no despegues los ojos de ella. Pero al rato te das cuenta, de que pese a ponerle ganas, no consigue demasiado resultado. Pues pese al original argumento, hacia el desenlace has perdido casi todo el interés. Así y todo merece la pena verla, no es desde luego una peli española más. Pero te quedas con ganas de lo que pudo haber sido.

Menudo chasco me llevé cuando vi esta película. Me arrepiento. El guión es muy básico, la historia pasable y las interpretaciones son de bajísima calidad (Carmelo está decepcionante) por no hablar de los diálogos (¿No podrían haber pulido más el texto?) En general no tengo cosas buenas que decir de esta película. No la recomendaría y creo sinceramente que si fuera americana no habría recibido tanto apoyo.

Para mí es una película interesante, intrigante, estimulante, pero ni mucho menos perfecta. A Juan Diego Botto no se le entiende la tercera parte de sus diálogos, y además sobran diálogos y falta acción. El final es insatisfactorio. La ambientación, el vestuario, los detalles, están bastante cuidados, pero al conjunto le falta alma, capacidad de convicción, a pesar de buenos actores como Carmelo Gómez, o Víctor Clavijo. El interés de la película está en el contexto histórico en el que se sitúa la acción, no en las historias personales que se describen, poco trabajadas.

La División Azul, como tema, es en sí tan interesante como para acaparar el argumento de una película, y de varias, y no hace falta añadirle a la historia una trama detectivesca un tanto artificial. En el cine español nunca se ha tratado lo suficiente, ni desde una perspectiva objetiva y profunda, la participación española en el frente oriental de la Segunda Guerra Mundial.

Una idea muy original, aunque tomada de una novela (un asesino en serie en la División Azul), una producción muy cuidada, una realización muy creíble, pero un resultado discreto. Los intérpretes están más que aceptables, pero a la película le falta algo de ritmo y emoción. Tal vez el guión necesitaba algo más de afinación, tal vez la dirección precisaba algo más de inspiración. El producto final queda por debajo de las primeras impresiones.

Lo primero, lo positivo: el aspecto técnico de la película, la ambientación, los escenarios, el vestuario y todo el utillaje bélico, están muy bien conseguidos e integrados.

Lo segundo, lo peor resuelto: el guión, o mejor dicho, la guionización de la interesante novela "El tiempo de los emperadores extraños", segunda entrega de la trilogía de Ignacio del Valle (que se inicia con "El arte de matar dragones" y termina con "Los demonios de Berlín", protagonizadas por el ex-policía Andrade). Es una pena que para entender muchas de las secuencias y diálogos de la película sea necesario haberse leído antes la novela. Sólo así captas la importancia de algunas imágenes, pistas y personajes en la trama. El guión da muestras de apresuramiento, en ocasiones de que han cogido una escena de la novela y la han transformado en secuencia cinematográfica sin más.

Tampoco se nos cuenta nada en la película sobre el pasado policial de Andrade, ni de por qué ha terminado en la División Azul, cosa que sí se cuenta en la novela. La fugaz relación con la joven rusa está también muy descafeinada en la película (siendo una parte muy importante del final de la novela) y algunos actores dan la sensación de que están ahí sólo para soltar las cuatro frases que le tocan en el guión, sin poner nada más en el empeño.

Por otra parte, creo que la elección de actores ha sido equivocada. Carmelo Gómez se come literalmente a Juan Diego Botto cada vez que sale en escena y está muy claro que el papel protagonista debería hacer recaído en él.

Por cierto, algunos actores secundarios necesitan con urgencia un cursillo de volcalización.